Guía Estudio Juvenil DASD Vol.2 | Page 14

¿Qué has estado dispuesto a sufrir por causa de la verdad? Tienes un período muy corto en el cual cultivar los rasgos nobles de tu carácter. ¿Has expresado incredulidad y has censurado a otros?¿Tu corazón se ha llenado de orgullo y a veces hasta de amargura? ¿Has descuidado tu aposento privado para orar?¿Has amado los ejercicios de los deberes religiosos? Debes perseverar en tus esfuerzos por crecer en Cristo, tu Cabeza viviente, para que seas fuerte y competente para bendecir a otros con tu influencia. Si cultivas una energía constante, uniforme, sin vacilaciones, serás fuerte para resistir la tentación. Pero estas preciosas cualidades se pueden ganar únicamente a través de una entrega del alma a las demandas de la religión. Entonces los motivos serán elevados, y el intelecto y los afectos estarán equilibrados por principios nobles. Dios obrará contigo si sólo te ocupas en una conducta saludable. Debemos sentir la necesidad de unir nuestros esfuerzos humanos y proceder fervoroso con el poder divino. Podemos levantarnos en [el poder del Dios, fuertes para vencer. La religión debería inspirarte y guiarte en todos tus esfuerzos, y tener un control absoluto sobre tus afectos. Si te rindes sin reservas en las manos de Cristo, haciendo que su poder sea la fuerza tuya, entonces tu visión moral será clara para discernir un carácter de calidad para no ser engañado por las apariencias ni cometer grandes errores en tu amistad. ¡Oh, es una gran cosa ser recto con Dios, tener el alma en armonía con tu Hacedor, de modo que en medio del contagio del mal ejemplo, que por una apariencia engañosa seduciría al alma apartándola del deber, puedan enviarte ángeles en tu rescate! Pero recuerde, si invitas a la tentación, no tendrás ayuda divina para impedir que seas vencido. Los tres personajes ilustres soportaron el horno de fuego, porque Jesús entró con ellos a la llama ardiente. Si hubieran entrado en el fuego por su propia cuenta, habrían sido consumidos. Así será contigo. Si no caminas deliberadamente hacia la tentación, Dios te sostendrá cuando la tentación llegue. (Adaptado de 3TI 48-55) 14