Saber reconocer, sin por ello sentirte prepotente, tu valía, tu coraje, tu
fortaleza. Saberte grande solo por existir, solo por ser. Valorar tus esfuerzos y
premiarte por ellos huyendo de las comparaciones o de la competitividad Saber
mirar dentro de ti para reconocer que te sientes orgulloso de ser humano.
Avergüénzate de tantos daños como te has infringido y de tanto dolor que has
permitido que te causaran y perdónate por ello. Entonces podrás reconocer tu
talla y admirarte por ello. Reconocerse es ser valiente.
Comienza por el primer paso. No tengas prisa. Cuando lo afiances, ve a por el
segundo. No pretendas ir demasiado rápido, nadie nos ha enseñado esto antes e
incorporar nuevos conocimientos lleva su tiempo y práctica.
Cuando hayas conseguido respetarte, aceptarte, ser íntegro y reconocerte,
ya podrás amarte de una manera natural y auténtica, sin buscar afanosamente
recibir el amor de otras personas que tampoco se quieren a sí mismas.
El amor que buscas se encuentra dentro de ti, los demás no tienen el amor
que tú necesitas.
14
www.claudiaserna.es