Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama … amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es … simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la … humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama … plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. ¡ Y esto es … saber vivir!
No debemos tener miedo de cuestionarnos … Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.
Charle Chaplin.
Es necesario entender que para AMAR primero debes“ AMARTE A TI MISMO”, y esto no significa tener un gran ego, se trata de que te quieras a ti mismo, de que te aceptes con tus cualidades y tus defectos. Cuando aprendes a quererte a ti mismo les muestras a otros el camino para amarte. El amor verdadero nace de amarnos responsable y sinceramente a nosotros mismos.
¿ Pero cómo conseguirlo? Te recomiendo que sigas estos pasos:
Respétate
12
www. claudiaserna. es