GUIA DIDACTICA DE LA SHOA 27 de enero de 2014 | Page 50

trabajo y que en esas instalaciones debían ducharse y desinfectar sus ropas. La única maleta que se les permitía llevar les era requisada. En grupos de hasta 70 personas eran conducidos al interior del palacio, donde debían desnudarse y dirigirse a las duchas. Al llegar al final de un pasillo se encontraban, sin embargo, una rampa que les conducía al interior de un camión, custodiado por varios miembros de las SS armados. Una vez dentro, cerraban herméticamente la puerta, el conductor conectaba con una manguera el tubo de escape al interior del espacio de carga y arrancaba el motor. Lo mantenía unos minutos en funcionamiento y se dirigía al bosque de Rzuchów. Allí, los cuerpos eran registrados minuciosamente y colocados de manera ordenada en las fosas comunes. Operación Reinhart: Bełżec, Sobibór y Treblinka Bajo esta denominación se engloban los tres campos de exterminio puestos en funcionamiento tras la Conferencia de Wannsee. Todos ellos quedaban bajo la jurisdicción del general de las SS Odilo Globocnik, coordinados por Christian Wirth y asistidos por personal con experiencia en los centros de eutanasia: 30 en Bełżec, otros tantos en Sobibór y unos 40 en Treblinka. El resto del personal, como ocurría en Chełmno nad Nerem, lo formaban prisioneros judíos que debían encargarse de los trabajos más duros y que, transcurridas unas semanas, eran también asesinados y reemplazados por otros detenidos. Instalados en pequeños terrenos apartados en áreas boscosas pero cercanos a una vía férrea, protegidos por alambre de espino y varias torres de vigilancia, los tres campos estaban concebidos como fábricas de muerte en las que se debía ajustar con precisión la llegada de los convoyes de prisioneros con el tiempo necesario para la aniquilación de los mismos. Necesitaban tan sólo unos cuantos barracones para albergar y dar servicio a los miembros de las SS que custodiaban el recinto y, en lugar separado, a los miembros de los comandos de prisioneros. En los tres, existía una rampa o andén que hacía creer a los detenidos que iban a hacer una parada antes de continuar hacia otro destino; unas instalaciones en las que se registraba el nombre y las pertenencias de cada uno; otras, en l \‚