GUIA DIDACTICA DE LA SHOA 27 de enero de 2014 | Page 19
La implicación en la Shoá
El proceso de destrucción de los judíos europeos no fue tanto un
producto de las leyes emanadas en el ámbito de poder del Estado
nacionalsocialista alemán, cuanto un asunto de intereses
compartidos, de concordancia y sincronización de acciones por parte
de la ciudadanía.
A medida que el proceso avanzaba, sus requisitos se volvieron
más complejos y su cumplimiento afectó a un mayor número de
organizaciones; pero no se creó ningún organismo específico a cargo
de la operación completa y no se estableció ningún presupuesto
especial para aniquilar a los judíos en Europa.
Organizaciones como la burocracia ministerial, el partido
nacionalsocialista alemán (NSDAP), las fuerzas armadas, las
empresas privadas o el sistema financiero, desempeñaron una
función propia en el proceso, debiendo encontrar los medios para
llevar a cabo su tarea, lo cual contribuyó a que, finalmente, la
máquina de destrucción no difiriera, estructuralmente, del conjunto de
la sociedad organizada.
El patrón de acción de la Shoá
En este proceso se trataba de destruir a un grupo amplio y
diseminado de judíos. Para ello, lo primero que había que saber era
quiénes pertenecían a ese grupo objeto de destrucción. Había que
fijar, por tanto, la naturaleza de las víctimas, es decir, establecer, con
exactitud y precisión, el concepto de judío.
En principio, la definición del concepto de judío aparece como
una medida parcialmente inocua si se la relaciona con las crueles y
sangrientas fases posteriores. Sin embargo, su importancia es
incuestionable, pues constituye un requisit