Por otro lado, el resultado depende de la posición de todos los países del mundo, señaló el analista chino.
"De hecho, la guerra comercial chino-estadounidense está en curso y afecta la economía global. Ni Europa ni el mundo quieren esta situación. Incluso los países como la India, que, al parecer, no están conectados con el comercio chino-estadounidense, llaman a ambas partes a poner fin a la guerra comercial y, especialmente, a una mayor calma por parte de Estados Unidos", analizó.
Mientras tanto, las empresas estadounidenses, en realidad, no buscan abandonar el mercado chino, sino, por el contrario, están aumentando su presencia. Tesla se está preparando para lanzar sus autos Modelo 3 en su planta de Shanghái a finales de año. Walmart prevé invertir 1.200 millones de dólares en el desarrollo de centros de logística y distribución en China. Y Costco, según el Global Times, ha abierto su primer supermercado en el gigante asiático.
Hasta ahora, el efecto de los aranceles comerciales para las empresas y los consumidores de los dos países no ha sido tan significativo. Pero cuando todos los aranceles entren en vigencia, perjudicará la actividad comercial y los planes comerciales de las empresas, advirtió Xu Feibiao.
Según el analista, el impacto de las nuevas tarifas "será mucho más fuerte para Estados Unidos que antes". Para China, por supuesto, también "será sensible, pero la reacción de los mercados bursátiles y la opinión pública sugiere que Estados Unidos sufrirá aún más".
Los índices bursátiles de EEUU cayeron un 1,5% y arrastraron a los mercados globales el pasado 23 de agosto cuando el presidente de EEUU anunció que su país aumentaría el 1 de octubre los aranceles a productos chinos por valor de 250.000 millones de dólares del 25% al 30%, en respuesta a las nuevas tasas impuestas por China.