El Nissan GT-R, o Skyline GT-R , es un
deportivo japonés que ha marcado un antes y un
después tanto en el sector del automóvil de alto
rendimiento como en la industria japonesa. Sus
orígenes no son como cabría esperar de un de-
portivo de su índole, pero todos los grandes éxitos
han surgido de una idea tal vez opuesta o quizás
equivocada. El concepto de un vehículo de altas
prestaciones ha requerido de años de evolución,
de trabajo y desarrollo que dejan como resultado
uno de los mejores deportivos modernos.
En un principio no era ni siquiera un Nissan como
tal, ni tampoco se asemejaba ni remotamente a lo
que se conoce ahora como Godzilla. Los entusiastas
del mercado local japonés (JDM) a menudo conside-
ran que el GT-R es el coche de alto rendimiento más
grande que ha llegado a salir alguna vez de Japón.
Originariamente se le denominaba Nissan A200GT
y Prince A200GT, dos modelos idénticos vendidos
como dos coches diferentes.
Primera generación
Lo que es más destacado es que no se ofrecía en ver-
sión coupé, únicamente con un sedán de cuatro puertas
o un familiar de cinco. No fue hasta principios de la
década de 1960 cuando hace su aparición la carroce-
ría coupé y convertible en el Skyline. Su diseño estaba
inspirado en modelos americanos, concretamente en el
Oldsmobile 88, y es en 1963 cuando una actualización
del modelo corrige la orientación de su evolución y la
enfoca hacia el reino de las altas prestaciones.
Segunda generación: los primeros pasos en competi-
ción
La serie S50, una vez más construida solo como sedán
y familiar, era más corto que antes e incluso llegó a ser
comercializado en Europa. Un año más tarde del naci-
miento de esta generación, el Prince GT Skyline surge
para abarcar más terreno sobre modelos de la compe-
tencia directa como el Datsun Bluebird y el Toyota
Corona. En este momento se decide dar el salto a un
motor de seis cilindros en serie con el fin de participar
en la clase GT-II del Grand Prix Japonés, donde con-
siguió desde la segunda hasta la sexta posición. Este
éxito se hizo público y los aficionados comenzaron a
agolparse en torno a la nueva criatura que su fructífera
industria había creado. El Prince Skyline 2000GT se
puso en marcha y sus credenciales de rendimiento na-
cieron oficialmente.
el sedán lujoso
Prince Motor Company concibió el Skyline como un sedán de lujo de cuatro puertas en 1957, el cual estaba
destinado a familias numerosas que requerían de un vehículo de gran tamaño y con gran capacidad de
carga para cumplir con las siempre exigentes demandas de este público. Originalmente contaba con un
pequeño motor de cuatro cilindros y 1.5 litros con 60 CV bajo su capó, el cual se encargaba de impulsar
los 1.300 kilogramos aproximadamente de peso que registraba hasta una velocidad máxima de 140 km/h.
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