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CCV022014
Fundación para la Actualización tecnológica de Latinoamérica
El Gorila de Odzala
Mayo 2014
Omar David Suárez
Periodista-Diseñador
Barquisimeto- Venezuela
Fatla
Experto en Medios Digitales
Opinión
¡Somos asesinos!
Son muchos los riesgos por los cuales
debe pasar un gorila para sobrevivir,
pero, irónicamente, el más dificil es
sobrellevar una vida al lado de su
pariente más cercano, el Hombre. Sí
pues resulta que el único depredador
del gorila somos sus nosotros, los
humanos, quienes participamos o
nos hacemos de la “vista gorda” en la
deforestación y la tala ilegal por parte
de empresas multinacionales que son
las principales culpables de la pérdida
de su hábitat.
Dichas empresas logran concesiones
forestales en las selvas tropicales y
no respetan la biodiversidad y con
absoluto desprecio por los derechos
humanos y de la vida en general
“devoran” héctáreas enteras sólo
para lograr su cometido
Como si esto no fuera poco para
amenazar la súpervivencia de la
especie de los gorilas, otro grave
peligro en el cual participamos es
la caza furtiva, una práctica ilegal
alentada por el tráfico de especies
y el incontrolado mercado negro
africano.
Según el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) ambas amenazas forman un
combinado letal para estos grandes
primates. La tala comercial de árboles
y el aumento de la agricultura en las
selvas y bosques de África central y
oriental está dejando a los gorilas sin
la protección del denso follaje de su
hábitat natural, lo que los convierte
en presa fácil para los furtivos. Éstos
encuentran una rápida y lucrativa
salida para el fruto de sus cacerías,
no sólo en el consumo interno de su
carne comercializada como delicia
alimenticia entre las élites urbanas
autóctonas, sino en el comercio
ilegal mundial de especies y de
órganos, especialmente manos, muy
codiciadas como trofeos.
Los cazadores furtivos y el virus del
Ébola, un tipo de fiebre hemorrágica
que provoca la falla masiva de
órganos, forman otra combinación
devastadora. Los primeros se
concentran en las zonas accesibles,
mientras que el Ébola lo hace en las
más remotas, generalmente dentro
de parques nacionales y otras áreas
protegidas de las selvas y bosques
africanos. Este tándem ha provocado
que poblaciones de grandes simios,
como el gorila occidental, hayan
descendido en casi un 60% en los
últimos 15 años.
Según un estudio publicado por la
revista Science en 2006, en países
como la República Democrática del
Congo, el virus del Ébola ha matado
ya al 25% de los gorilas de la llanura
africana y al 95% de los ejemplares
del santuario de Lossi, una superficie
de 320 km2 entre Gabón y República
Democrática del Congo.
Hasta el momento, no hay cura
contra este virus, aunque se ha
demostrado que al menos cinco de
las vacunas experimentales para
humanos protegerían también a los
simios. Pero al parecer nadie se
muestra muy interesado en costear
un programa de vacunación contra
una enfermedad que hasta ahora sólo
ataca a unos miles de refugiados y a
los supervivientes de una especie en
extinción.
La madre gorila lleva a su cría muerta en la espalda como si quisiera decirse a si misma que no pasó nada
Miles de hectáreas en África son víctimas de incendio anualmente
Fuentes para la realización de este trabajo:
http://samypaez.wordpress.com/el-gorila-2/comunicacion-al-parque-nacional-odzala/
http://animalextincionbio1.blogspot.com/2009/12/el-gorila.html
http://www.elcorresponsal.com/modules.php?name=News&file=print&sid=3398
http://www.slideshare.net/ilianaromero/la-batalla-ganada-por-dian-fossey-2678525
http://revistasintaxis.com
http://cerquita.wordpress.com/reportajes/gorila/
Los gorilas deben sobrevivir a su peor enemigo, el Hombre, pero no todos salen ilesos