Golden Box Book Publishing Elegida por la espada | Page 13
—Bueno, espero que podamos volver a encontrarnos pronto. Te
lo haré saber —dijo, en voz alta.
Ilona apartó su ansiedad a un lado y le devolvió la sonrisa:
—Por favor, hazlo.
A continuación, un pensamiento le invadió. Se volvió a Kund,
con la esperanza de que pudiera resolver al menos, uno de sus
problemas:
—Quiero preguntarte algo, si no te importa.
Ilona pudo escuchar a Elza y a Rua respirando fuerte, casi
jadeando, detrás de ella y Csenge pareció sorprenderse. Ilona echó
un vistazo a Zoltan, que parecía un poco desconcertado, pero que le
dio un guiño de apoyo y ánimo.
—Adelante —respondió Kund.
—Últimamente, he estado sufriendo algunos eventos
perturbadores —Ilona continuó, antes de perder el valor—. He
estado a punto de morir a manos de un pistolero enloquecido y un
luchador delirante. Luego hubo un ciervo, y otros, así, sin más; por
alguna razón, todos querían matarme. ¿Tienes alguna idea de qué
puedo hacer sobre estos ataques? —Miró a los ojos de Kund.
Parecía asustado, pero se recompuso rápidamente. Ond le dirigió
una mirada amenazante, pero no dijo nada.
—Vaya, qué inquietante —respondió Kund—. Debe haber sido
un error. Esos ataques irían dirigidos a otra persona, estoy seguro de
ello. Voy a pedir, en este mismo momento, a nuestro encargado de
seguridad, que forme un círculo de protección —dijo sacando el
teléfono móvil del bolsillo.
La mente de Ilona iba a toda velocidad. “Tío, acabas de admitir
que se trataban de ataques dirigidos. No eres muy inteligente,
¿verdad? Tal vez sólo eres un arrogante o te han hecho un lavado de
cerebro; y ni quiera te importa”.
En cuanto Kund cogió el teléfono, Ilona le observó muy de
cerca. Vio como miraba a Ond, quien inclinó la cabeza. Ilona tenía
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