Según los reportes del Centro de Investigación
sobre Energía y Aire Limpio (CREA), en China,
del 3 de febrero al 1 de marzo, las emisiones de
CO2 disminuyeron al menos un 25%. Siendo
este país el mayor contaminador del mundo,
aportando anualmente un 30% de las emisio-
nes de CO2 a nivel global, estos números sig-
nifican una caída enorme en contaminación,
incluso en un período corto.
lidad en el que se encuentren en la lista roja de
la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza (UICN) y si pueden o no repre-
sentar un riesgo para la salud pública.
Dicha iniciativa prohibiría el consumo de ani-
males salvajes terrestres cuyo valor social,
científico y ecológico sea importante o se en-
cuentre bajo la protección del estado. Esta
prohibición se extiende para los animales que
son criados en cautiverio.
Lo mismo pasa en zonas como el norte de Ita-
lia, donde los datos del satélite Sentinel 5P,
demuestra una reducción significativa en nive-
les de dióxido de nitrógeno; así mismo, en Ma-
drid y Barcelona en el que su contaminación
atmosférica se redujo un 35%, en tanto que
sus concentraciones de dióxido de nitrógeno
se redujeron a la mitad tras solo tres días de
confinamiento.
Pero, esto no solo deriva del gran problema
que es ahora el COVID-19. Se estima que más
del 70% de las infecciones emergentes en hu-
manos provienen de animales, particularmen-
te de animales salvajes. “Estamos entrando en
contacto con especies de vida silvestre y sus
hábitats con los que no estábamos antes. Lo
que ha dado pie a una serie de nuevas enfer-
medades vinculadas a nuevos contactos entre
virus, bacterias y parásitos humanos y previa-
mente desconocidos”, dijo a la BBC Ben Emba-
rek, del Departamento de Nutrición y Seguri-
dad Alimentaria de la Organización Mundial de
la Salud (OMS).
Al miércoles 18 de marzo, China tuvo una bue-
na noticia desde el inicio del brote de Corona-
virus, dejó de registrar contagios a nivel local.
La Comisión Nacional de Sanidad de China se-
ñaló que los 34 casos que se diagnosticaron en
todo el país durante esta fecha fueron “impor-
tados”, es decir, de personas procedentes de
otros focos de la pandemia fuera del territorio
chino.
Además, el tráfico ilegal de fauna silvestre
mueve alrededor de 20.000 millones de dóla-
res al año y es el cuarto comercio ilegal más
grande, justo después de las drogas, el contra-
bando de personas y la falsificación.
Alto al comercio ilegal de animales salvajes
En febrero, el Comité del Parlamento chino
aprobó una iniciativa de ley para prohibir tanto
el consumo como el tráfico de animales salva-
jes, siendo está una esperanza para muchos
animales amenazados y considerados en peli-
gro de extinción, tomando en cuenta que es
un país que, por tradición, se tiene gusto por
las especies consideradas exóticas.
Sin duda, cerrar los mercados insalubres de
especies protegidas en todo el mundo, em-
pezando por China, sería lo acertado para
disminuir la probabilidad de nuevos brotes de
enfermedades, pero también para proteger la
biodiversidad y frenar la deforestación, claves
para asegurar el bienestar medioambiental.
Por eso, en esa nación se pueden encontrar
desde sopas hechas con murciélago, testículos
de tigre o hasta cobra frita y la pata de oso es-
tofada. Esto es debido a que en la cultura chi-
na este tipo de alimentos son considerados un
privilegio. Otros los consumen como medicina
tradicional sin importar el grado de vulnerabi-
Quizás el número de contagios y decesos por
Coronavirus sean alarmantes, pero debemos
entender que está pandemia como cualquier
problema internacional nos debe servir no
solo para construir sociedades más solidarias
entre si, sino también con el planeta y el uso
racional de los recursos naturales.
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