Según confirmaron fuentes cercanas a la junta directiva del Centro Comercial Unicentro de Bogotá, el complejo cuenta de momento con 13 locales vacantes, situación sin precedentes. “Hace tan solo 2 años los locales tenían listas de espera, si alguna marca se iba al día siguiente llegaba su reemplazo, pero la situación es diferente ahora”, “ahora hay locales que llevan más de dos meses vacíos”, continuó.
La misma situación se repite en el Centro Comercial Andino de Bogotá, donde ya son 11 los locales comerciales desocupados, además de una decena de locales que han cambiado de arrendatario en lo que va del año. El flujo de salida y entrada de marcas es muy superior al de años anteriores, según se ve en sus plantillas y listados comerciales.
Tradicionalmente los centros comerciales han sido los motores comerciales del país, no obstante, la economía burbuja de la propiedad raíz ha elevado los alquileres a precios del mercado americano, imposibilitando la rentabilidad para el mercado local. “Los alquileres de los locales están por las nubes, y si a eso le sumamos los costos administrativos de los centros comerciales y los costos ligados a la venta, es decir, los servicios públicos y salarios, los locales difícilmente dan punto de equilibrio”, informó Jorge Luis Rodriguez, propietario de Textiles Co.
El flagelo afecta directamente a la gran mayoría de centros comerciales en el país, siendo los más famosos y exitosos los de mayor visibilidad por la rareza de la situación, no obstante la crisis ha llegado a las ciudades principales y provincias.