Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 409
conformado los Comités Escolares de PAD, las
brigadas escolares y el desarrollo de simulacros.
También tienen los Proyectos Ambientales Es-
colares (PRAE), que hacen parte del PEI y cuya
concepción y marco de posibilidades ha venido
desarrollándose de manera permanente a través
del Programa Nacional de Educación Ambiental
del Ministerio de Educación Nacional. A pesar
de la multiplicidad de instrumentos, en los pe-
queños municipios surge de manera recurrente
una crítica a razón de la desarticulación entre
las diferentes estrategias y los instrumentos de-
sarrollados en el campo educativo: PEI, PRAE,
Planes Escolares de Gestión del Riesgo, Planes
de Respuesta a Emergencias en áreas escolares,
entre otros. Esta desarmonización lleva a que en
muchos casos se elaboren todos esos planes sólo
para cumplir con las directivas existentes, sin te-
ner una visión real de prevención y atención de
emergencias.
Existen experiencias reconocidas en el
ámbito de la educación pública y la comuni-
cación para la gestión del riesgo de desastres.
Si bien no es una condición generalizada para
todos los ámbitos territoriales, existen experien-
cias –en particular en las ciudades capitales y en
algunos departamentos– donde se han logrado
acciones de sensibilización pública interesan-
tes; entre ellos se encuentran campañas, como
por ejemplo: “Bogotá con los pies en la tierra”
(Bogotá, Cundinamarca), “Cultura de la pre-
vención y alerta temprana” (Bogotá, Cundina-
marca), “Cátedra Galeras” (Nariño), “Hacia una
conciencia ciudadana en educación ambiental”
(Quindío), “Vivir en comunidad un compro-
miso de todos (Sandoná, Nariño), “Programa
de Guardianas de la Ladera” (Manizales, Cal-
das), entre otros. Lo anterior denota la institu-
cionalidad que va adquiriendo la temática y la
factibilidad de articulación entre diferentes ins-
tancias educativas, técnicas y comunitarias. Bajo
este marco sería deseable una capitalización de
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dichas experiencias y la articulación con las en-
tidades nacionales para garantizar su replicabili-
dad y sostenibilidad.
Reducción del riesgo
Realizar intervenciones para reducir las
condiciones del riesgo existente exige una me-
jor articulación con los demás instrumentos
de planificación de desarrollo. Desde la for-
mulación de los POT, soportada en la informa-
ción y en el conocimiento que se tiene sobre el
territorio, los municipios disponen de criterios
de priorización de intervenciones (potenciali-
dades y restricciones del territorio), las cuales
deben ser incorporadas en los PD, en los planes
sectoriales y en los proyectos de inversión, que
su vez deben estar armonizados con los planes
de gestión del riesgo, planes de gestión ambien-
tal y de manejo de cuencas. No obstante, vacíos
y discontinuidad en las acciones de gestión del
riesgo, falta de claridad en los criterios de prio-
rización y mecanismos de verificación, son al-
gunos de los elementos que aparecen de manera
reiterativa en el análisis desde los diferentes ni-
veles territoriales.
La urgencia de adelantar proyectos bajo
situaciones de emergencia y poca planeación
de proyectos para la gestión del riesgo son
factores críticos que inciden en la calidad de
los proyectos de inversión. En muchos casos
los formuladores de proyectos se justifican en
la carencia de recursos económicos, técnicos
y humanos para no realizar estudios detalla-
dos, y por tal motivo no se ha avanzando en
la estructuración de una cartera o un banco
de proyectos que garanticen esa calidad. Di-
cha situación repercute en que en situaciones
de emergencia, las entidades locales presenten
proyectos que no necesariamente cumplen con
una priorización y una real articulación con la
planificación del territorio.
Análisis de la gestión del riesgo de desastres en Colombia: un aporte para la construcción de políticas públicas