Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 408
momentos de atender una emergencia o desastre,
con pocos recursos técnicos, financieros y huma-
nos, sin ninguna infraestructura para ejecutar
acciones, apenas tienen en algunos casos un fun-
cionario delegado como coordinador. Adicional-
mente, y en la medida en que no es claro el papel
de la entidad territorial como tal (la responsabi-
lidad de la gestión del riesgo no es del Comité,
sino del Poder Ejecutivo municipal), no hay una
clara asunción política del tema (Presidencia de
la República de Colombia, 2010a).
Conocimiento e información
Existen avances importantes en el cam-
po del conocimiento, aunque se presentan
diferencias temáticas y territoriales e inconsis-
tencias en la asignación de responsables fren-
te a la realización de actividades. El tema del
conocimiento es heterogéneo, pues mientras se
destacan estudios de microzonificación sísmica,
inundaciones y deslizamientos en las grandes
ciudades, y avances en estudios de vulnerabili-
dad física y escenarios de daños (por ejemplo en
Bogotá, Cali, Manizales y Pereira), en los peque-
ños municipios hay vacíos de información, sien-
do difícil avanzar en las evaluaciones de riesgo.
Entre las principales demandas realizadas por los
municipios pequeños se identifican problemas
relacionados con el suministro de información
básica (cartográfica y documental) que cubra las
zonas rurales, como las limitaciones por las esca-
las y niveles de detalle de los mapas de amenazas
existentes. Estas carencias inciden necesariamen-
te en su aplicación real en la toma de decisiones,
especialmente en los PD y en la planificación te-
rritorial. Por otra parte, se reconocen limitantes
en cuanto a la revisión de la calidad técnica de las
evaluaciones de riesgo (pocas fuentes de infor-
mación y falta de estandarización de criterios y
metodologías) y los procesos de seguimiento que
se le hacen a las mismas.
Anexo .
Se presentan diferentes niveles de avan-
ce entre municipios con respecto al monito-
reo, las alertas y la difusión de información.
En algunas ciudades existen sistemas de moni-
toreo, recolección de información y documenta-
ción en el manejo de los desastres, aunque sigue
siendo deseable mayores inversiones en térmi-
nos de recurso humano, infraestructura y tecno-
logía. Para los municipios menores, en general,
la recopilación de información histórica carece
de inventarios sistemáticos y es acopiada por di-
ferentes organismos de socorro sin integración
posterior. En relación al monitoreo de fenóme-
nos y la generación de alertas hay avances disí-
miles, siendo más crítico en aquellos territorios
donde carecen los recursos para su desarrollo y
hay vacíos frente a los protocolos de comunica-
ción para la respuesta. Finalmente, se dispone
de ciertos mecanismos para la difusión de infor-
mación, que no han sido diseñados específica-
mente para el tema de la gestión del riesgo.
Educación y comunicación
Desde el sistema educativo se han for-
mulado diferentes instrumentos de tipo po-
lítico y normativo que tienen relación con la
incorporación de la gestión del riesgo en la
educación formal. El Proyecto Educativo Ins-
titucional (PEI) constituye una fortaleza para
las instituciones educativas, por su concepción y
por la incidencia en la organización del currículo,
permitiendo su adecuación a un contexto parti-
cular. Desde el PEI se busca la integralidad con-
ceptual y metodológica del tema de riesgo con
otros proyectos y con las diferentes asignaturas
del Plan de Estudios. Por otra parte, la Resolu-
ción 7550 de 1994 reglamenta la elaboración del
Proyecto Escolar de Prevención y Atención de
Emergencias y Desastres, como parte integral
del PEI y es de obligatorio cumplimiento. A
partir de esto, en los centros educativos se han
De la planeación a la implementación de la gestión del riesgo de desastres en Colombia
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