Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 310

plementariedad y subsidiariedad con las enti- dades territoriales, y el papel del sector privado (más detalles sobre este aspecto se presentan en las recomendaciones del Capítulo 5). Ajustar la normatividad para aclarar la responsabilidad del sector privado en materia de gestión del riesgo, y fortalecer la defensa de las entidades públicas para reducir las contin- gencias fiscales del Estado por demandas en este tema. Normas claras sobre la responsabilidad de los agentes privados fortalecen la defensa de las entidades públicas ante los estrados judiciales. Adicionalmente, la definición sobre la adecuada incorporación de la gestión del riesgo en la gestión pública minimiza el riesgo de vulnerabilidad y las pérdidas originadas por el accionar del Estado. Además de las prioridades en esta materia, identifi- cadas en las recomendaciones del Capítulo 5, otras relacionadas con la gestión sectorial pública son: • Analizar los riesgos y alternativas desde la prefactibilidad de los proyectos. Incorporar este tema en las normas de los Bancos de Proyectos de Inversión Pública (BPIN). • Regular los contratos de concesión, particu- larmente atender el Conpes 3107 de 2001, asignando la responsabilidad de la gestión del riesgo de desastres por eventos de ori- gen natural al inversionista privado como un riesgo transferible a través de pólizas de se- guros y otros mecanismos financieros. • Reglamentos técnicos de cada sector, como actualización del código de puentes. Culmi- nar el proceso de adopción del Capítulo de Gestión del Riesgo en el Reglamento Técni- co del Sector de Agua Potable y Saneamiento RAS, entre otros. • Articular entre los sectores agropecuario, minero y ambiental estrategias para la reglamentación y aplicación del reciente Régimen Sancionatorio Ambiental, en ma- teria de actividades ilegales de deforesta- ción, desecación, invasión de humedales, alteración de cauces de agua, etc. Diseñar e implementar una estrategia integral de protección financiera del Estado en sus diferentes niveles sectoriales y terri- toriales, con el fin de garantizar una adecua- da respuesta ante la ocurrencia de desastres y proteger el equilibrio fiscal a largo plazo. No hay información suficiente para determi- nar las necesidades de financiación de los eventos de baja frecuencia/alto costo, pero en el caso del fenómeno de La Niña 2010-2011, las inversiones presupuestadas fueron del or- den de US$ 16 mil millones, diez veces más que en el caso del terremoto del Eje Cafetero. De cualquier forma, el cálculo de estos mon- tos depende de la definición de las respon- sabilidades del Estado y de la eficiencia con que se ejecuten los recursos. Además de la estrategia del Gobierno, sería conveniente la constitución de fondos de gestión de riesgos y estrategias de protección financiera a nivel sectorial y territorial (municipios y departa- mentos), para fomentar la corresponsabilidad a la luz de los principios de complementarie- dad y subsidiariedad: • Estrategia nacional de protección financiera (ver sección 4.3.4 y la Tabla 4.13). • Estrategias de protección financiera para cada sector, complementarias a la estrategia nacional y bajo la coordinación del Minis- terio de Hacienda y Crédito Público, con los siguientes elementos: (i) identificación de las necesidades de financiación; (ii) definición de estrategias de retención y transferencia del riesgo; (iii) fuentes de financiación nacionales y sectoriales con reglas de complementarie- dad definidas, para responder por el riesgo retenido (fondos sectoriales, el Fondo Nacio- nal de Calamidades el Fondo de Gestión del Riesgo, incluido actualmente en el Proyecto Manejo del riesgo de desastres en la gestión sectorial 285