Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 405
definición de una malla concreta de actores que
permita la coordinación y el control de la res-
puesta a una situación de emergencia, facilitan-
do que diferentes grupos realicen actividades
comunes y tengan procedimientos estandariza-
dos. Igualmente, se requiere de la articulación
con los demás instrumentos disponibles para la
gestión del riesgo.
La Evaluación de Daños y Necesidades
es una tarea fundamental del proceso de res-
puesta y debe estar articulada con el proceso
de rehabilitación y reconstrucción. El SNPAD
ha diseñado un Instrumento Único para la Re-
colección de Información General sobre Da-
ños y Necesidades, tanto para los municipios
y los departamentos como para algunos ámbi-
tos sectoriales, los cuales son de utilidad para
llevar a cabo la Evaluación de Daños y Nece-
sidades (EDAN) inicial, una vez a ocurrida la
emergencia. No obstante, estos instrumentos
deben servir de soporte en la orientación de las
actividades de rehabilitación y reconstrucción,
es decir, que cumplan un papel fundamental en
el dimensionamiento de mecanismos de finan-
ciación, en la identificación de proyectos futu-
ros y en la previsión de intervenciones. De ahí
que se visualiza un vacío en los diferentes ni-
veles territoriales y una desarticulación con el
ámbito sectorial frente a los distintos procesos
de la gestión del riesgo.
A.2.2. Avances en la gestión del
riesgo a nivel regional
Gobernabilidad de la gestión del riesgo
El proceso de descentralización del
SNPAD ha sido interiorizado de una manera
incipiente a nivel departamental. Si bien los
departamentos tienen conformados los Comités
Regionales para la Prevención y Atención de De-
380
sastres (CREPAD), la mayoría se reúnen sólo en
caso de emergencias y no tienen agendas específi-
cas para aspectos relacionados con la prevención
y mitigación. Son pocos los departamentos que
cuentan con Planes Departamentales de Preven-
ción y Atención de Desastres. Se reconocen for-
talezas especialmente en Cundinamarca, Caldas
y Antioquia.
Hay una disponibilidad de instrumentos
en el nivel regional, pero inercia en el segui-
miento a su verdadera implementación, su cali-
dad y actualización. Aunque no es una situación
generalizada, como se mencionó antes, son pocos
los Planes Departamentales para la Prevención y
Atención de Desastres, y se advierte que en su
proceso de implementación y seguimiento exis-
ten grandes limitaciones que reducen el alcance
y el cumplimiento de los objetivos, en particu-
lar, por la desarticulación entre instrumentos de
planificación y entidades del mismo ámbito te-
rritorial, los bajos niveles de interiorización del
instrumento condicionado por las limitaciones
de los mismos Comités Regionales y la pérdida
de continuidad en los procesos de capacitación
por la alta rotación de personal.
A pesar de la débil integración del enfo-
que de la gestión del riesgo de desastre en los
procesos de la política, la organización, el se-
guimiento y la financiación de las CAR, existe
una capacidad básica en su institucionalidad
para incorporar esta visión. Las CAR cono-
cen a profundidad las problemáticas ambien-
tales que enfrentan las regiones, pero aún falta
trabajar en el entendimiento de la relación en-
tre los impactos ambientales y los factores de
riesgo. Las CAR, con mejor capacidad insti-
tucional, cuentan con algún conocimiento de
las amenazas naturales y antropogénicas que
se desarrollan en el territorio. Sin embargo,
es importante profundizar en: (i) la compren-
sión de que la gestión ambiental, orientada
al manejo, la protección y la recuperación de
Análisis de la gestión del riesgo de desastres en Colombia: un aporte para la construcción de políticas públicas