Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 203
Para evaluar el desempeño de la gestión del ries-
go en los entes territoriales se dispone de dife-
rentes instrumentos, que en principio deben ser
de utilidad para monitorear su efectividad desde
las acciones de la gestión pública. El seguimiento
anual del componente programático (indicado-
res y metas) y del plan de inversiones (recur-
sos) de los Planes de Desarrollo es función de
las Secretarías de Planeación. Sin embargo, para
analizar los alcances de la gestión del riesgo, este
enfoque resulta limitado en tanto se reduce a la
verificación del cumplimiento de indicadores de
producto e indicadores financieros, sin profun-
dizar en los impactos de las acciones realizadas.
Es decir, a través de la Rendición de Cuentas no
es posible hacer una evaluación sistemática de
la gestión del riesgo como política pública. Por
otra parte, la falta de recursos humanos, tecno-
lógicos y financieros para las instancias de pla-
neación a nivel municipal, no permite que se
evalué con el mismo nivel de detalle las accio-
nes definidas en los POT; de ahí la importancia
de los Expedientes Urbanos, instaurados por la
Ley 388, para fortalecer la capacidad de gestión,
seguimiento y evaluación del ordenamiento te-
rritorial. Según los resultados de las encuestas
de percepción 15 , el desempeño de las funciones
de seguimiento y monitoreo se evalúa incipien-
temente, siendo mucho más crítico para los mu-
nicipios de categorías 2 al 6 que para aquellos
municipios de categoría Especial y categoría 1.
El control urbano, como una responsa-
bilidad de las Curadurías, las Contralorías, las
Personerías y las Veedurías ciudadanas, son
mecanismos que denotan un enfoque correc-
tivo, los cuales tienen deficiencias de carácter
técnico, humano y financiero en el tema de la
gestión del riesgo. Posiblemente, con excepción
de Bogotá, donde se ha logrado un alto grado
de control de los asentamientos ilegales e in-
formales, los demás casos de estudios reportan
vacíos y limitaciones en relación a las funcio-
178
nes y la efectividad del control urbano. Al res-
pecto, es fundamental tener con regulaciones y
reglamentaciones precisas, claras y oportunas,
fundamentadas en determinantes rigurosos,
respetadas por todos los niveles de gobierno y
con recursos e instrumentos suficientes, para
hacer un control eficaz a nivel local. Igualmente,
es necesario evaluar la pertinencia, economía,
efectividad y eficacia de las Alcaldías Locales en
el control urbano y revisar las atribuciones de la
Policía a este nivel. Muestra de esas debilidades
se puede observar en el caso de Barranquilla,
donde la Secretaría Distrital de Control Urba-
no y Espacio Público está encargada de ejercer
la vigilancia y el control sobre las construccio-
nes y obras que se desarrollen en el Distrito, de
conformidad con la Ley 388 de 1997 y el Código
de Construcción, vigilar y controlar el cumpli-
miento de las normas urbanísticas por parte de
los curadores urbanos, entre otras funciones; no
obstante, esta Secretaría no cuenta con estrate-
gias que permitan realizar un control oportuno,
en especial, frente a la ocupación ilegal y a la
construcción sin requerimientos técnicos. Si-
tuaciones similares son percibidas en Cúcuta,
Cali, Medellín y Manizales. Por otra parte, se
dispone de las Contralorías Municipales, que
tienen a cargo la vigilancia de la gestión fiscal
de los entes territoriales y presentan anualmente
ante los Concejos Municipales un informe co-
rrespondiente al estado de los recursos natura-
les y el medio ambiente, donde se ha incluido el
15 En el 2011 el Banco Mundial realizó 225 encuestas de autoevaluación a
las siguientes entidades: instituciones del nivel nacional pertenecientes
al SNAPD, Corporaciones Autónomas Regionales, Comités Regionales
para la Prevención y Atención de Desastres y Comités Locales para la
Prevención y Atención de Desastres de las capitales de departamentos y
de otros municipios. Las encuestas constaban de cinco áreas o ejes temá-
ticos, similares a la herramienta “HFA Monitor” (EIRD, 2009) del Marco de
Acción de Hyogo, y un total de 15 indicadores, acompañados de escalas
cualitativas para medir los niveles de progreso de la gestión del riesgo
(nivel 1=bajo / nivel 2=incipiente / nivel 3=aceptable / nivel 4=notable
/ nivel 5=óptimo) (ver la información presentada en el Anexo).
Análisis de la gestión del riesgo de desastres en Colombia: un aporte para la construcción de políticas públicas