Introducción
Bolivia ha desarrollado actividades extractivas de recursos no renovables desde tiempos precolombinos, siendo la minería una de las más desarrolladas en el país. Producto de este tipo de explotación, durante la segunda mitad del siglo XIX pero principalmente en el siglo XX, se produjo una gran cantidad de residuos minero metalúrgicos, los cuales se encuentran dispersos y en situación de abandono por todo el territorio boliviano.
Esta condición, convierte a estos residuos en pasivos ambientales, parte de los cuales se encuentran dispuestos en Áreas Protegidas Nacionales – APNs, denominación utilizada para aquellas áreas o espacios geográficos que están bajo protección del Estado, a causa de sus valores culturales así como su riqueza natural y servicios ecosistémicos asociados.
Por otra parte, con la llegada de la revolución industrial, la explotación petrolera adquirió un carácter de vital importancia a nivel mundial, regional y nacional. En consecuencia, a partir del año 1897 en el departamento de Tarija, Bolivia da inicio al periodo de explotación de hidrocarburos. Posterioemente, en diciembre de 1936, se funda la empresa estatal boliviana Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos – YPFB, institución que desde entonces hasta la actualidad, es la encargada de los procesos de exploración, explotación, refinación, industrialización, distribución y comercio del petroleo, gas natural y productos derivados.
La actividad hidrocarburifera produjo varios campos petroleros con la perforación de pozos de exploración y / o explotación, muchos de los cuales han sido abandonados, encontrados con deficiencias en el sellado y con emanaciones de hidrocarburos líquidos o gaseosos sin ningún tipo de control, lo cual podría estar generando o generar a futuro algún tipo de contaminación.
Proyecto“ Gestión de Pasivos Ambientales en Áreas Protegidas y su influencia en el recurso hídrico” 3