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por los derechos de las minorías y los débiles, excepción hecha de los más
indefensos e inocentes: los niños en el vientre materno.
Significativamente, las organizadoras no permitieron a las pro-vida participar
en la Marcha. Se puede protestar contra Trump, y se puede ser feminista, pero
con la condición de que no se defienda la vida del nasciturus.
También clamaban por las políticas de género, amenazadas por la
Administración Trump, tras la lluvia de privilegios de la era Obama.
No se puede decir, por tanto, que no fuera partidista. Tal y como publica The
New York Times, el multimillonario y partidario de Hillary Clinton, George
Soros tiene o ha tenido tratos con al menos 56 de las asociaciones/empresas
que participan.
Soros ha hecho negocios con algunas empresas como Planned Parenthood, o
el National Resourse Defense Council, quienes están en contra de las medidas
de Trump en políticas ambientales.
Otras de las organizaciones participantes son MoveOn.org UnitedWomen.org.
Ésta última cuenta con vídeos con los hashtags #ImWithHer o
#ThanksObama.
Buena parte del staff obamiano estaba también de la Marcha. John Kerry, ex
Secretario de Estado ha acudido junto a su perro. Los políticos
demócratas Bernie Sanders y Hillary Clinton han expresado su apoyo por
medio de Twitter.
La derrotada en las pasadas elecciones, ha publicado: “Gracias por marchar,
por defender y por hablar de nuestros valores ‘Marcha de las Mujeres’. Más