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Este tipo de incongruencia alimenta entre los sectores más excépticos -y
también, por supuesto, entre los sectores más próximos a Trump- la sospecha
de que se está utilizando el feminismo como un arma de combate político, y
de la existencia de importantes poderes que desde sus instancias más o menos
discretas están alentando este tipo de protestas para desgastar al recién
inaugurado gobierno.
Soros ha hecho tratos con 56 de las empresas de la
Marcha de las Mujeres
Los organizadores cifran en 500.000 las personas que han asistido a esta
multitudinaria concentración contra Trump. Entre los animadores: cineastas y
actrices progres como Michael Moore o Scarlett Johansson o gurús del
feminismo como Gloria Steinem.
Multitudinaria sí, pero en absoluto espontánea. La Marcha de las Mujeres
contra el nuevo presidente ha sido una movilización feminista, que clamaba