Nuevas
generaciones en las
empresas
El mundo cambio y las empresas
también deben de hacerlo, para adaptarse
a las nuevas necesidades de empleados,
clientes y proveedores.
Para
eso
deben
transformarse
paradigmas improductivos, arraigados
durante muchísimos años, generados por
líderes con una mentalidad muy
marcada.
La empresa que no lo entienda
rápidamente hará cada vez mayores
esfuerzos para conseguir personal que
quiera seguirlas o trabajar en ellas. Sus
costos serán altos, su calidad disminuirá
hasta aniquilar sus productos y su
rentabilidad cada vez será más reducida.
El nuevo paradigma empresarial es: “Si
la empresa no cuida de su gente, ellos
menos van a cuidar de la empresa”, o
dicho de otra manera “Si la empresa
cuida de su gente, ellos se
comprometerán con su trabajo”.
Se está gestando una nueva concepción
de empresa, en la que el interés puesto
por los accionistas en la utilidad final ira
trasladándose lentamente a un interés
cada vez más genuino por el bienestar de
su gente. No solamente por un hecho
solidaridad o interés en las personas, sino
por la necesidad imperiosa de satisfacer
los deseos de generaciones cada vez más
interesadas en disfrutar del trabajo que
hacen y menos fáciles de tentar con
dinero, beneficios corporativos o puesto
gerenciales.
Algunas ya están haciendo el cambio,
impulsadas por una moda o por
necesidad de incorporar mejores
talentos. Son aquellas que están
marcando el rumbo que pronto todas se
verán obligadas a tomar.
Se necesitan empresas más flexibles,
chatas, horizontales, en las que se
consensuen las decisiones, se tenga
cuenta al personal y se valoren las
buenas acciones. No alcanza ciertamente
con tener una política de beneficios, hay
que hacer participar a la gente, ayudar a
crecer, formarla y reconocer sus aciertos.
En pocos años, la gran mayoría de los
empleados, clientes y proveedores del
mundo van a pertenecer a la generación
Y por lo que es mejor adaptarse lo más
rápido posible, aprender a convivir con
ellos y aprovechar sus fortalezas en pro
de la empresa.
Para ello es imperativo realizar un
cambio rotundo en la forma de liderar de
muchas empresas que aún continúan
ejerciendo un estilo de liderazgo
paternalista, autoritario y solidario,
asociado a lo masculino.
Al 65% de los empleados del mundo, que
actualmente pertenecen a la generación
Y
(entre
17
y
35
años
aproximadamente),les importa, a la hora
de elegir una empresa donde trabajar,
que tenga buena reputación, sea
socialmente responsable, cuide el medio
ambiente, tenga flexibilidad laboral y
favorezca un sano equilibrio entre su
vida personal y el laboral. Pero esto
último no puede lograrse si no se deja
que lleven su vida personal consigo al
trabajo.
Son jóvenes que quieren vivir en el
trabajo, diferente de la forma de pensar
de las generaciones anteriores que vivían
para trabajar y creían que lo único
importante era llegar a ser gerente o
ganar más dinero.
Debemos tener en cuenta para entender
sus estilo y necesidades que son jóvenes
que por lo general no han tenido padres
autoritarios, ni exigentes, ni machistas ,
o muy devotos de sus trabajos, lo cual lo
rechazan como para querer o aceptar
tener jefes que si lo sean.
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