A tal efecto, y como maquinaria
ideológico-propagandística, irrumpieron algunos think tanks vinculados al partido, el de mayor importancia el Tory Reform Group9. Winston Churchill, Anthony Eden,
Harold MacMillan o Alec DouglasHome (primeros ministros en el periodo comprendido entre 19511964), se adhirieron a las teorías
económicas keynesianas. Edward
Heath, Primer Ministro entre 19701974, aunque las cuestionó en los
meses previos a las elecciones, nunca se atrevió a acabar con ellas, sino
que muy al contrario, las alentó, entre otras razones por la presión derivada de la izquierda y de los sindicatos.
El resultado fue que cuando Thatcher llegó al poder se encontró un
país económicamente hundido, políticamente sin influencia en la esfera
internacional (en los sesenta recibió
el doble veto francés a su deseo de
integrarse en la Comunidad Económica Europea) y socialmente, que
era lo más preocupante, halló una
sociedad débil, cuyo destino parecía
ser fagocitada por el socialismo y
que además no estaba dispuesta a
hacer nada por evitar su derrota.
Una sociedad, en definitiva, estancada y donde la iniciativa individual
había sido suplida por una postura
acomodaticia, acostumbrada a que
el Estado satisficiera cualquiera de
sus necesidades.
Con todo ello, un sentido de derrota/abatimiento se había apropiado
tanto de su país (invierno del descontento) y de Europa Occidental
(cesiones ante la URSS y por extensión, ante el comunismo). ¿Era el
Grupo de Estudios Estratégicos GEES
socialismo/comunismo inevitable?,
¿la democracia y la libertad estaban
destinadas a ser derrotadas?, ¿el
individuo estaba destinado a ser
preso del Estado y de sus ataduras?.
Thatcher no sólo no se resignó sino
que ganó la batalla. Como ejemplo
cuantitativo están sus tres triunfos
en elecciones generales (los tories
retomaron su apelativo de “partido
natural de gobierno”); como dato
cualitativo, su influencia en la renovación del el Labour Party (escisiones y divisiones incluidas, siendo la
más significativa la creación del Social Democratic Party, vinculado a
Roy Jenkins, que concurrió a los
comicios de 1983). No obstante, (el
Labour) bajo la dirección de Michael
Foot (1979-1983) se presentó a las
elecciones con un programa de corte
marxista (conocido, a su vez, como
la mayor nota de suicidio en la historia y del que a buen seguro Aneurin Bevan hubiese estado orgulloso),
perceptible en su visión de la OTAN
y de la CEE. Ante la primera, apostaban por el desarme unilateral británico; la segunda, era considera un
pool de capitalistas, por lo tanto,
Reino Unido debía abandonarla lo
antes posible.
Frente a este corpus doctrinal, Thatcher pr opuso:
a)
el valor del libre mercado.
b)
la importancia de la elección
individual y de la responsabilidad.
c)
los conceptos de obligación,
familia e independencia nacional.
De lo que se trataba, en definitiva,
era de instaurar el sentido común10.
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Análisis nº 7370