Tal es la cuestión que desempeña Lizbeth Aguilar Gómez, como “policía”:
“Mi trabajo es prevenir el delito, el servicio como tal, es bueno, pero mejoraría la actitud de los
usuarios porque no saben cómo respetar y como usar el sistema. El ambiente es por tipos,
temporadas y horarios, horarios donde la afluencia de usuarios es muy pesada, abundante, el
ambiente es crítico o agresivo en ocasiones”.
Cabe destacar que las situaciones por las que atraviesan los
usuarios suelen afectar los ambientes de las estaciones, por
ejemplo, algo similar tuvo lugar el 18 de septiembre de 2009,
en la estación Balderas, donde Luis Felipe Hernández Castillo,
un hombre con trastorno mental disparo contra un policía y al
intentar huir asesino a uno de los pasajeros dentro de los
vagones.
Miguel, un usuario de la línea comentó:
“Me gusta, es muy espacioso, aunque en unas estaciones si se llenan mucho. Estaría bien que
pusieran más vagones”
Si bien el funcionamiento del metro es eficaz, el flujo de personas entre los vagones es muy fluida,
por lo que no se da abasto en estacione a lo largo de todas sus líneas.
“Una vez casi me roban, porque era una estación muy llena, pero afortunadamente no pasó nada.”
Añadió entre risas Miguel.
Ya que, al ser un medio de transporte tan usado, puede llegar a presentarse robos o asaltos dentro
de las inmediaciones de este. De acuerdo con datos oficiales, en el 2016 se contabilizaron 738 robos
en el metro capitalino; mientras que en el 2017 —año con mayor incidencia— se registraron 1,816,
es decir, un incremento de 146 por ciento.
Con base en lo anterior las 10 estaciones más llenas son Pantitlán, Observatorio, Balderas e
Insurgentes ubicadas en la línea 1, Indios Verdes en la tercera línea, mientras que Cuatro caminos e
Hidalgo son un verdadero caos en las primera horas del día dentro de la línea 2, mientras que las
estaciones Tacubaya, Polanco y Rosario ubicadas en la línea 7 tienen protagonismo frente a sus
otras estaciones. Y, por ende, los usuarios son más propensos a experimentar alguna mala
experiencia a manos de la delincuencia.
El metro es el corazón subterráneo de la Ciudad de México, transportando a mexicanos todos los
días, con diversas situaciones dentro de sus vagones y por supuesto los conductores y trabajadores
encargados de su funcionamiento, a los cuales deberían dar créditos a la magia dentro del sistema
colectivo, el metro se ha convertido en todo un veterano, viendo como toda una sociedad
metropolitana se moviliza entre sus pasillos.
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