México se enfrenta hoy en día sin duda a una de las más grandes
transformaciones de todos los tiempos, es en este siglo cuando la vida de las
sociedades nacionales se ve más trastocada en sus estructuras por una
interdependencia global cada vez más pragmática. El cambio de las eras durante el
transcurso de la humanidad se ha dado por la necesidad de las sociedades de
evolucionar hacia una relación capaz de darles a los individuos estabilidad en todos los
ámbitos de su existencia.
Partiendo de esta idea, las instituciones de educación superior, deben ser
audaces para insertarse en la vida global, con el firme propósito de proporcionar a los
alumnos las herramientas que les permiten hacer frente a un alto grado de calificación
para cada uno de los empleos, no importando que sector o puesto se solicite.
La era industrial que fue un catalizador gigantesco para dar forma a la sociedad
que conocemos hasta hoy, es sin duda el gran lastre que hoy en día detiene a los
países en desarrollo para alcanzar al tan deseado crecimiento económico. La era digital
que estamos abandonando para incorporarnos a la era del conocimiento, nos dejó a los
países en desarrollo el ejemplo palpable de la pesada loza que sugiere querer resolver
problemas de la era digital con soluciones provenientes de la era industrial.
Tan ilógico como la idea anterior, es pretender seguir formando profesionales que
no tienen ninguna relación con las necesidades que el campo laboral está queriendo
subsanar. La relación entre las IES y los sectores productivos es hoy más que nunca
de primera necesidad, hoy este binomio es fundamental para que la economía de las
sociedades nacionales logre alcanzar sus propósitos. Pero sin duda ya tampoco es
suficiente el binomio mencionado, además de que debe existir esta relación, ahora se
hace fundamental la necesidad de comunicarse también con los sectores económicos
mundiales. Esto desde el punto de vista estrictamente económico, quiere decir que
debido a la presión del progreso técnico y la modernización, las cotidianas