Muy relacionado con la cohesión de equipo
están los objetivos. Para cualquier futbolista es
muy importante que se respeten sus objetivos
personales (controlar su ansiedad, disfrutar en
el campo, no distraerse con problemas
familiares…), sus objetivos individuales que
contribuyen a la marcha del equipo (meter
goles, parar faltas, defender a un/a jugador/a que
se le ha asignado para un partido…) y su
objetivo de equipo (bien a corto plazo –ganar el
siguiente partido, no encajar más de un gol…- o
a largo plazo –quedar entre los tres primeros en
la liga, ascender de categoría…-). Cuando
Como último apunte sobre los objetivos, para la
definición de los objetivos de equipo deben
seguirse las siguientes pautas:
? Establecer, en primer lugar, los objetivos a
largo plazo que sean específicos y
exigentes.
? Definir el camino hacia los objetivos a
largo plazo mediante el uso de objetivos a
corto plazo.
? Hacer participar a todos/as los/as
integrantes del equipo en la fijación de
objetivos.
? Seguir de cerca el progreso hacia los
objetivos del equipo.
? Recompensar el progreso del equipo
hacia sus objetivos.
todos los objetivos se coordinan para lograr
el objetivo de equipo no surge ningún
problema. El conflicto aparece cuando
alguno de los objetivos individuales no
contribuye para nada en la consecución de la
meta de equipo. Por ejemplo, si un/a Fomentar una eficacia colectiva para alcanzar
futbolista está a pocos goles de ser el/la los objetivos.
pichichi (objetivo individual) puede que no
tenga tan en cuenta que gane su equipo
(objetivo de equipo). Cuando un/a delantero/a
realiza un juego muy individualista para ser
él/ella, y solo él/ella, el/la que meta los goles,
está pensando más en su objetivo individual que
en el de equipo, que se puede frustrar por la
negativa del resto de compañeros/as a pasarle
balones debido a su poca colaboración o que
él/ella mismo/a decida intentar hacer todos los
tiros aunque esté en mala posición para
hacerlos, hecho que desequilibra al equipo no
solo en juego, sino también a nivel psicológico,
porque el resto de compañeros/as pasan a tener
el objetivo de “no pasarle balones” en vez de
“jugar coordinador para ganar”.
Continuando, los equipos que carecen de
cohesión entre sus miembros manifiestan
situaciones como la formación de subgrupos
dentro del mismo equipo, el empobrecimiento o
ausencia de comunicación, la negación de
responsabilidades ante un error colectivo
echando la culpa al resto…, todas ellas
situaciones que poco favorecen no solo la
práctica deportiva, sino también la lucha por
tener resultados positivos.