En cambio, un equipo es un conjunto de
personas que tienen una meta común entre
todo/as ellos/as y en el que se depende de
todos/as los/las integrantes para poder alcanzar
esa meta final. Por tanto, en fútbol, a partir de
ahora hablemos con nuestros/as jugadores/as de
equipo y no de grupo. La diferencia en el
sentimiento de identidad que se genera es
enorme.
Conseguir la cohesión del equipo es una de las
tareas más difíciles a las que tiene que
enfrentarse el/la entrenador/a. Hay algunos/as
entrenadores/as cuyos esfuerzos se encaminan
a lograr que sus equipos sean lo más parecido a
una familia, convencidos/as de que éste es el
modelo ideal de cohesión. Y están totalmente
acertados.
Debemos tener presente que, en realidad, la
cohesión de equipo es un concepto que
consta de dos dimensiones (y que por lo tanto
deben ser desarrolladas las dos si queremos
tener una cohesión de equipo global óptima), la
cohesión
de
tarea
y
la
cohesión
socioemocional.
? La cohesión de tarea es el grado en que
los/las miembros del equipo colaboran
entre ellos/ellas para alcanzar un objetivo
o meta común (p.e., conseguir ganar un
partido).
? La cohesión socioemocional hace
referencia a la satisfacción y bienestar
que aporta el equipo a sus jugadores/as,
así como las relaciones sociales que se
establecen entre ellos/as. En definitiva, el
grado de compañerismo que existe.
Esto nos quiere decir que en un mismo equipo
puede darse una alta cohesión hacia la tarea,
como querer ganar un partido, pero baja
cohesión socioemocional, no les gusta pasar
tiempo con los/las compañeros/as de equipo
fuera del entrenamiento. Por tanto, si queremos
tener un equipo altamente cohesionado tenemos
que aprender a desarrollar las dos dimensiones,
remarcando los objetivos del equipo, respetando
los objetivos individuales de cada jugador/a,
haciéndoles ver que sin el rendimiento de
todos/as los/as integrantes esos objetivos son
difícilmente alcanzables y hacerles entender que
se entrena y juega mucho mejor y con mayor
satisfacción cuando el grado de compañerismo
es alto, porque emocionalmente nos hace sentir
mejor.
“La diferencia
en el
sentimiento
de identidad
que se genera
es enorme.”