Cabe señalar que en varias de las clasificaciones revisadas aparece una
clara laguna olvidar incluir las diversas modalidades de investigación de
orientación crítica y colaborativa en el ámbito de la investigación cualitativa. Poco
a poco, sin embargo, se aprecia una tendencia reconocer el trasfondo naturalístico
e interpretativo que comparten tanto las metodologías orientadas a la comprensión
como las orientadas al cambio y la toma de decisiones y que permite englobarlas
bajo la perspectiva cualitativa. Estas últimas se incorporan, por ejemplo, en las
propuestas de Bartolome (1992) y Tesch (1990), que contemplan la investigaciónacción; la de Mertens (1998), que incluye la indagación participativa y en la de
Rodríguez Gómez et al. (1996) que amplía la clasificación de Morse (1994), en la
cual se basan, recogiendo también la investigación-acción.
Tabla 7.3. Métodos cualitativos de investigación (Morse 1994)
En resumen, y en relación a la posible confusión entre el uso de
determinadas estrategias de recogida de información, de carácter básicamente
cualitativo, como indicadores del estatus cualitativo de una metodología y la
caracterización de un método desde las asunciones epistemológicas y teóricas
que orientan la investigación, estamos de acuerdo con Canales y Peinado (1995:
287) en que:
«sin epistemología y metodología que la sustente, una técnica de investigación es apenas un
confuso conjunto de procedimientos canónicos. Esta afirmación válida para cualquier técnica,
adquiere especial relevancia en el caso de las llamadas técnicas cualitativas».