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3.1.2
Alicia Gurdían-Fernández
El rol de la observadora o del observador
Al iniciar el proceso de observación, tanto la
investigadora como el investigador deben analizar a
profundidad la situación que van a observar para decidir y
asumir conciente y comprometidamente cuál va a ser su rol. A
continuación se explicitan las cuatro posturas que propone
Gold (1958), citado por Kawulich (2006) quien, a su vez, afirma
que “el grado al cual el observador se involucra a sí mismo en
participar en la cultura estudiada hace una diferencia en la
calidad y cantidad de datos que podrá recoger.” Por su lado,
Gold (1958) suministra una descripción de las cuatro posturas
que puede asumir la investigadora-observadora o el
investigador-observador:
1.
2.
3.
4.
En la postura de participante completo, es un
miembro del grupo que está siendo estudiado y oculta
al grupo su rol de investigador para evitar interrumpir
la actividad normal.
En la postura de participante como observador, el
investigador es un miembro del grupo estudiado y el
grupo es consciente de la actividad de investigación.
La postura de observador como participante faculta al
investigador a participar en las actividades grupales,
como es deseado. El rol principal del investigador es
recoger datos y el grupo estudiado es consciente de las
actividades de observación del investigador.
En la postura de observador completo, el investigador
está completamente oculto mientras observa o cuando
éste se halla a plena vista en un escenario público, pero
el público estudiado no está advertido de que lo
observan. La observación en esta postura no es
molesta y es desconocida para los participantes.