FUMIgate v6 26/06/18 | Page 3

PRÓLOGO Cuando se quiere abordar la temática (problemática) de los agroquímicos (agrotóxicos) es necesario indagar en los muchos y variados aspectos que componen una realidad compleja. Se combinan grandes intereses económicos junto con las más sencillas costumbres, compañeras inherentes de la simpleza y la humildad; las conductas de personas que viven bajo el ritmo frenético de las urbes, y los guarecidos bajo la aparente tranquilidad de las zonas rurales. Un escenario heterogéneo, de matices dispares, con el constante choque de necesidades y las carencias de ciertos valores fruto de imposiciones respaldadas por facilismos o adquiridas por el hecho de fomentar la velocidad, el dinamismo que tanto perseguimos sin saber bien por qué estaremos tan apurados para todo. La realidad nunca tiene un solo, exclusivo e indiscutible punto de vista; sin embargo el espíritu de este escrito es respaldar con hechos concretos y citando estudios tan serios como independientes, el legado de una forma de vida que vincula desde la producción de los alimentos hasta los hábitos de los consumidores, que, por supuesto; somos todos. Aclaro que no soy un experto, aunque si un conocedor en la materia. Son cosas distintas: no me dedico ni soy un profesional sobre los temas medulares que trataré en este escrito, pero si estoy en contacto con todos ellos y comparto mi punto de vista avalándome en las diversas fuentes que cito, como en mi propia experiencia de vida. Tampoco es este un trabajo de investigación, ya lo verán; aunque debo aclarar que he leído bastante, sintiendo el hecho de estar informado como una responsabilidad que respalde lo expuesto. En los últimos seis años he vivido al menos dos meses en ocho países latinoamericanos. Esta particularidad no me otorga ninguna credencial ni me convirtió en un erudito, pero me permitió reconocer algunos patrones en nuestro comportamiento, algunas tendencias en cuanto a la alimentación y la industria que hay detrás de ella. Salta a la vista, aunque a veces se nos pasa por alto. Podría resumir esta forma de ver el panorama actual con un puñado de frases simples, las cuales se encadenan unas a otras mediante reflexiones prácticamente inmediatas. Nuestros tiempos están marcados por el reemplazo de alimentos naturales y caseros por productos manufacturados donde abundan los componentes químicos. La razón de ser son el capitalismo y la globalización en sus máximas expresiones, lo que acarreó la ponderación en la rapidez y simplificación de las tareas habituales, entre ellas la alimentación. La tecnificación en la ingeniería de procesos generó que cada vez más se recurra a substitutos artificiales en post de la eficiencia. ¿Eficiente en cuanto a qué? Pues en cuanto a la rentabilidad, a las ganancias de quien produce, sobre todo a gran escala: empresas multinacionales, pooles de siembra, históricos terratenientes, entre |1|