FRAY PERICO Y SU BORRICO FrayPericoYSuBorrico | Page 66

Juan Muñoz Martín Fray Perico y su borrico 29 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · La campana Cuando vio la celda de fray Olegario, llena de pajaritas de papel, y las lagartijas de fray Procopio, y a fray Silvino llegar patinando por el pasillo, y a fray Mamerto, que tiraba tomates a fray Cucufate detrás de las tapias, se puso hecho un basilisco. El colmo de su furor llegó al encontrar un borrico durmiendo en la cama, con calcetines y todo. Reunió a toda la comunidad en el claustro y allí se llegaron todos temblando, esperando una buena regañina. El visitador se mesaba la barba, se rascaba la oreja. No sabía qué hacer. ¡Vaya convento! Todo eran carreras, ronquidos, bichos, risas... ¡hasta santos que movían las barbas! Había, junto a la torre, una pesadísima campana del tiempo de los moros, que debía de pesar varias toneladas. Lo malo fue que el padre visit