RESISTENCIA FRANCESA
Tras Skoda y Ford, las otras dos marcas restantes llegan desde el país galo con las dos
marcas del Grupo PSA: Citroën y Peugeot.
Con las vistas puestas en intentar restar importancia a los primeros éxitos de los Fiesta
construidos por M-Sport, se construyeron
los DS3 R5 y 208 T16 con todo el apoyo de
las marcas, pero las prisas nunca fueron
buenas, y, con muchas de las piezas compartiéndose entre ambos, los resultados no terminan de llegar por cierta falta de competitividad y por pequeños problemas como los
que conciernen al sistema de refrigeración,
haciéndolos frágiles cuando las condiciones
no son todo lo favorables que se esperan.
La marca del león, con mucha presencia en
categorías como los Raids y el Rallycross,
mantiene un pequeño programa en el Mundial de Rallys con el español José Antonio
Suárez como piloto. Apoyado firmemente
por Carlos Sainz, el asturiano tiene un pequeño programa de seis pruebas dentro del
WRC2 en el que la principal tarea es aprender el trabajo de un equipo oficial, coger ritmo y dejar ciertas muestras de su velocidad,
y para ello también hay que sentarse en el
coche fuera de la competición.
Tanto a Peugeot como a Suárez les queda
mucho por mejorar, pero el tener a Sáinz
dentro del proyecto es algo muy positivo:
primero para la marca, ya que es de sobra
conocida la buena mano que tiene el madrileó a la hora de evolucionar un coche, y
segundo para el asturiano, ya que tener a un
maestro dentro y fuera del coche es algo que
no todo el mundo puede decir.
Por el momento la temporada está siendo
algo difícil, con sustos, algunas averías y no
muy buenos resultados, pero los tiempos
parciales son esperanzadores.
Estas cosas llevan su tiempo y seguro que
con el talento de unos y el trabajo de otros
los objetivos se acabarán cumpliendo.
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