Fisonomía de las Transformaciones Cuentos Séptimos ok | Page 64
dormido. La última noche que el detective iba a estar vigilando sentía que iba a
ser diferente, miró al cielo por un momento la luna estaba llena justo encima de
ellos majestuosa y resplandeciente, en ese momento recordó la historia que le
contaba su abuelo de que los hombres que se trasformaban en bestias solo tenían
la posibilidad cuando la luna estaba llena.
El detective corrió a casa de Martin, llegó en el momento preciso ya empezaba él
hombre a gritar se cogía la cabeza y su cuerpo estaba comenzando a cambiar,
comenzó a salirle mucho más pelo del que tenía, su mano comenzó a cambiar, le
salían garras, su cara paso de ser humana a la de un lobo, cuando ya la
transformación estaba completa,
era la forma física de un lobo y al parecer
también mental. Se movía y actuaba como si fuera un animal que solo buscaba
acabar con todo lo que le pasara en frente.
Al momento que el detective vio esto iba a salir corriendo sutilmente pero tropezó
con una rama y el animal con su agudo oído lo escuchó. El detective corrió y la
bestia salió detrás de él, corrió como más pudo hasta llegar al centro de pueblo;
se encontraba agotado, la bestia llegó con una horrible apariencia y sed de
sangre, el comenzó a gritar para que algún habitante pudiera ayudarlo pero nadie
salió, la bestia se lanzó sobre él y lo degolló, mientras la bestia terminaba ya con
el detective salieron todos los aldeanos armados para acabar con la bestia, le
dispararon, lo acuchillaron, no pudo haber quedado más herido, trato de huir pero
no lo dejaron y en ese instante se acabó con la vida de esta horrible bestia que
tantos dolores de cabeza le había dado al pueblo. Bestia que en su existencia se
había llevado la vida de un pobre niño. Cada persona en el pueblo agradeció a
Arthur su valentía, que los hubiera liberado de aquella bestia, crearon en su
nombre una estatua qué aún es valorada por todos los habitantes de la ciudad.
Juan Carlos Quiñonez Valencia 7-5
64