Fisonomía de las Transformaciones Cuentos Séptimos ok | Page 12
escondí en un callejón atrás de un muro que estaba un poco caído. Al ver que no
había nadie salí y seguí mi camino, pero cuando menos pensé estaban detrás mío.
Me cogieron y me pusieron un saco en la cabeza para que no pudiese ver, me
subieron al auto y recibí un fuerte golpe en la cabeza dejándome inconsciente.
Al despertar ahí me encontraba encerrado, en aquel lugar pequeño y oscuro donde
nada podía ver, solo podía escuchar aquellas voces que tanto temor me hacían
sentir. Pasando el tiempo sin saber si eran horas minutos o segundos, solo sé que
era mucho. Al momento sentí cuando me llevaban a otro sitio, caminé poco y muy
lento sin saber que me podía esperar a donde me dirigían. Solo podía sentir el
palpito de mi corazón aumentando, mis manos más heladas y gritando en silencio
un AUXILIO que nadie escuchaba. Llegué a un cuarto iluminado y húmedo y para
mi sorpresa, encontré que hay estaban ellos!!! Mis amigos y más personas quienes
estaban aterrorizadas tanto como yo, sin saber dónde estábamos, que pasaba
¿por qué? Nos observábamos llenos de miedo, nos preguntábamos ¿qué es lo que
sucede? Y mientras hablábamos sentimos que la puerta se abría. Entró un hombre
de gran estatura, de textura clara, edad promedia de 60 años y una voz aguda,
cuando hablo dijo dónde estábamos y que sucedería con nosotros.
Lo dicho era que estábamos en un laboratorio subterráneo y que necesitaban
hacer experimentos, fueron sacando uno a uno, aplicando diferentes tipos de
inyecciones.
Cuando
terminaron
con
todos,
nos
volvieron
a
encerrar
individualmente esperando los resultados, pasaron horas y al revisar se dieron
cuenta que todos habían muerto, solo Felipe y yo sobrevivimos a las
transformaciones, yo era algo así como un oso y un simio (cuerpo de oso y
extremidades de simio) me enviaron a un laboratorio de Inglaterra con más
tecnología y mi amigo después de un tiempo falleció por lo que no soporto su
transformación por mucho tiempo.
Daniel Felipe Cruz Bedón 7-4
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