Distribución
Y ya en 2012, los datos mostraron a un consumidor experto, que no sólo se conformaba con obtener información en internet relativa exclusivamente a precios o modelos, sino que dio un paso más y se interesó por la opinión de otros compradores.
En lo referente a la compra online, que cada vez va haciendo un mayor hueco en el día a día de los españoles, para los consumidores su punto fuerte era el precio y su punto débil el plazo de entrega. Los empresarios veían en las redes sociales básicamente un medio de publicidad y un espacio donde obtener información sobre la imagen de la empresa.
No obstante, todo esto va evolucionando y tanto compañías como consumidores se van involucrando cada vez más en este medio, de tal forma que en los últimos años el protagonista en las compras ya es el comprador online.
Así, los consumidores, en especial los jóvenes, hoy en día no están solo comprando un producto en la tienda, sino una experiencia. Y sus expectativas son altas, porque están acostumbrados a una experiencia online muy rápida y personalizada.
Son consumidores digitales, aunque aún se mantiene la costumbre de acudir a la tienda física. Se informan de los productos, promociones y descuentos existentes en internet, para después realizar la compra bien offline u online.
De este modo, en la actualidad no sólo se ha asimilado completamente la compra online dentro de las costumbres de consumo sino que, smartphone en mano, el consumidor se adentra en todo tipo de nuevos soportes de conectividad.
¿ Y el futuro cómo será?
La evolución de la tecnología dará lugar a avances como electrodomésticos inteligentes con conectividad total, tiendas con vendedores holográficos y vestidores virtuales o centros comerciales y supermercados visitables desde el sofá de casa mediante gafas de realidad virtual. Es decir, una conectividad permanente a la red de 24 horas al día que permitirá optimizar el tiempo y hacer la vida más fácil y cómoda.
En este contexto, las compras en el futuro se caracterizarán por un internet accesible para todos, publicidad personalizada, redes sociales como base de la información, promociones en tiempo real y la geolocalización, según el Observatorio Cetelem.
El consumidor también tendrá toda la información localizada en su dispositivo móvil, utilizará un“ monedero virtual”, por lo que se olvidará en gran medida del dinero físico y pagará mediante suscripciones, móvil o dispositivos wereables e incluso con su huella digital.
El almacenamiento en la nube será clave. El almacenamiento físico de información tenderá a desaparecer ya que la nube permite acceder a todo tipo de datos de forma más rápida y cómoda.
Y las entregas de los productos adquiridos serán en cualquier momento y lugar, prácticamente instantáneas con la ayuda de drones. El seguimiento de la paquetería será más fiable y se podrán obtener con precisión la localización de los envíos.
La tendencia a digitalizar todo y las redes sociales supondrán una base de datos inmensa en cada uno de los consumidores, lo que permitirá encontrar productos personalizados según los gustos específicos de cada uno de forma mucho más fácil y rápida.
De este modo, la publicidad del futuro estará totalmente digitalizada y personalizada al gusto del consumidor. Además, el consumidor recibirá constantemente muestras gratuitas de diferentes productos, las cuales se podrán probar en cualquier momento y lugar.
Escaparates interactivos que darán información personalizada, gafas o dispositivos móviles que indicarán dónde y cómo poder comprar los productos ofertados. Al estar conectados a la red para todos los servicios en el futuro, habrá una mega base de datos de todos los gustos e intereses de cada uno y sabrá ofrecer productos que vayan acorde a esas necesidades.
Además, el boca a boca pasará a digitalizarse mediante recomendaciones o valoraciones de productos. Las opiniones y comentarios sobre los productos serán a través de redes sociales o internet.
Por último, las viviendas estarán totalmente domotizadas, es decir, la tecnología estará completamente integrada en los hogares. De este modo, los electrodomésticos serán capaces de satisfacer las necesidades y, por ejemplo, existirán las neveras inteligentes, que incluso realizarán la compra.
12 financial food diciembre 2017