EL MITO DE LOS 21 DÍAS
Hace algunos años, mientras participaba en un famoso entrenamiento sobre
cómo controlar el estrés, uno de los libros que nos pedían leer era el de
Psicocibernética, escrito en 1960 por el cirujano plástico Maxwell Maltz.
El Dr. Maltz fue muy famoso, tan es así que llegó a vender más de 30 millones
de ejemplares de su libro influyendo en casi todos los
principales profesionales de "autoayuda", desde Zig
Ziglar hasta Brian Tracy y Tony Robbins, por
mencionar sólo algunos.
Narra el Dr. Maltz que cuando realizaba una cirugía,
por ejemplo, una operación de nariz notaba que el
paciente tardaba aproximadamente 21 días en
acostumbrarse a ver su nuevo rostro.
De la misma manera, cuando a un paciente se le
amputaba un brazo o una pierna, Maltz también
se dió cuenta que el paciente sentiría una
extremidad fantasma durante al menos 21 días
antes de adaptarse a la nueva situación.
Estas experiencias llevaron al Dr. Maltz a pensar
que, en promedio, desarrollar un nuevo
comportamiento o hábito también tomaba un
mínimo de 21 días para formarlo.
Cuando escribió su libro dijo:
"Estos y muchos otros fenómenos comúnmente observados tienden a
mostrar que se requiere un mínimo de aproximadamente 21 días para que
una vieja imagen mental se disuelva y una nueva se forme".
Y ahí fue cuando comenzó el problema.
En los años siguientes, la gran mayoría de los gurús de la autoayuda
popularizaron este dato:
Se requieren 21 días para implantar un nuevo hábito o un nuevo
comportamiento .