¡Qué se repita!, respondió sin dudar Antonio García mientras bailaba “de jaladito” con su esposa Minerva Hernández, al ritmo de guapachosa cumbia en el marco del Festival del Tamal Acapulco 2020.
A lo largo de medio kilómetro, entre el centro comercial Costera 25 y el hotel emporio, miles de personas se reunieron este domingo 2 de febrero, unos para comer tamales, otros para disfrutar de la lucha libre, algunos para disfrutar del bailongo y unos más por pura curiosidad.
La convocatoria del gobierno de Adela Román Ocampo fue abierta y la respuesta fue positiva, al grado que se rompieron las expectativas con el primer Festiva del Tamal Acapulco 2020.
Cuatro escenarios distintos con música de mariachi, orquesta, solistas de regional mexicano, grupos que interpretaron cumbias, salsa y bachata. Hubo de todo y para todos los gustos.
La estrella principal fue el tamal de distintos rellenos y sabores acompañado de atole y chocolate. Pero lo más importante fue la unidad y cohesión social en un ambiente fiesta y alegría entre residentes y visitantes. Propios y extraños disfrutaron, como hacía mucho tiempo no se veía en la franja turística, un ambiente de fiesta… ¡sin miedo!
“La gente está feliz, el gobierno se sacó un diez, esto vale mucho la pena, es la primera vez que vengo a Acapulco y la estamos pasando mejor de lo que pensamos”, así lo manifestó el acapulqueñ Luis Fuentes Torres, proveniente de Michoacán, quien no alcanzó tamales, pero disfrutó del espectáculo de la lucha libre con su familia.