Actualmente, el número de camiones por noche oscila entre 110 y 130. En 2013 se comenzó con ocho rutas distintas, pero desde 2014 se aumentó a nueve.
El promedio es de 23 mil usuarios por noche; hay comunicación constante con la organización del festival para ver el porcentaje de asistencia que hay en cada día, y con base en esto se hace el cálculo de unidades necesarias para cada jornada.
Para la operación se requiere aproximadamente de 140 personas por parte del M1, así como 60 voluntarios por día que se encargan de dar información durante el festival y la coordinación de las salidas, puntos de encuentro y despacho de todas las rutas que -con excepción de las que van por Circuito Interior- son creadas exprofeso para poder llegar a diferentes partes de la ciudad.
El operativo comienza su funcionamiento en punto de las 12 de la noche. Antes de esta hora sigue operando el Metro, pero una vez que arranca sigue fluyendo por un par de horas, incluso hay autobuses de ciertas rutas que regresan para recoger más gente.
El precio ha variado y se ha adecuado al servicio de transporte nocturno conocido como ‘Noche Bus’, que es de 7 pesos por viaje.
Para esta edición del festival se mantienen las rutas que se usaron en 2017.
La salida de cada una de las nueve rutas se realizará en la puerta 2 del Palacio de los Deportes, que se encuentra sobre Circuito Bicentenario (Río Churubusco).
En 2013, cuando la actual administración del Gobierno de la Ciudad de México entró en funciones, se pensó implementar una solución de transporte para los asistentes de los principales festivales de la ciudad. El mayor problema era el de la salida al término de los eventos; se daban abusos por parte de operadores de transporte al cobrar tarifas excesivas, las cuales -al no haber más opciones- se terminaban por pagar.
Ante esto, la primera iniciativa fue la de ampliar el horario del Metro, pero no resultaba operable porque esto representaba tener que abrir toda la red del sistema. Entonces se dio el acercamiento con el sistema conocido como RTP en aquél entonces (ahora M1), y así comenzó el proyecto Regreso Seguro para el Vive Latino de 2013.
Al ser un experimento, se pensó en pocos camiones; sin embargo, éste resultó un éxito rotundo y se decidió aumentar las unidades disponibles para el segundo día de festival de ese mismo año.
REGRESO SEGURO
REGRESO SEGURO
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