PRACTICA EN TU HOGAR
LA SOBREMESA FAMILIAR
Una definición elemental de la palabra familia es “los que comen juntos”.
Si estamos dejando de hacerlo… ¿Está la familia entera en riesgo?
Quienes somos generación X o baby boomers tenemos
entre los mejores recuerdos dos hechos muy comunes
vividos en nuestra niñez y adolescencia: ver a toda la
familia almorzar junta y gozar de una sosegada y
enriquecedora sobremesa.
La comida, el almuerzo, desayuno o lonche familiar, era
todo un rito. Padres, hijos, incluso abuelos, tíos o primos,
gozaban de un sabroso y ameno momento familiar, que en
la mayoría de los casos se extendía hasta dos y tres horas.
destinado a lo familiar en favor de otras actividades y
pasatiempos, atentan contra la vida en familia y, en especial,
contra ese tiempo que antaño existía en torno a la mesa y
que llamamos sobremesa".
La sobremesa puede permitir a los padres conocer más a
sus hijos e intercambiar vivencias, porque constituye un
momento en que los hijos pueden expresar inquietudes,
temores o deseos.
SIN TECNOLOGÍA
EN EXTINCIÓN
Este simple acto como es la comida familiar y la
sobremesa, lamentablemente ha ido desapareciendo de
manera progresiva. Según un estudio realizado con 384
familias en Lima Metropolitana, solo en uno de cada diez
hogares se hace sobremesa.
L a s i c ó l o g a B e r t h a G á l v e z d e 3 6 0 C e n t ro d e
Transformación Familiar explicó que hoy la ausencia de
uno de los padres, la activa vida cotidiana y el ingreso de la
mujer al mundo laboral, entre otros factores, transforma la
hora de la comida en un momento de estrés para toda la
familia.
La psicóloga plantea que “desgraciadamente la comida en
familia y la sobremesa está en vías de extinción. La vida
acelerada, el exceso de obligaciones, el trabajo intenso, el
cansancio, el estrés derivado de los compromisos
laborales y sociales, la tecnología y el escaso tiempo
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Hoy los padres debemos estar atentos a que las comidas no
se den en medio de un televisor, el Internet u otros
modernos juegos tecnológicos. Es costumbre que los niños
coman o almuercen en sus dormitorios viendo televisión
con el celular, lap top o, incluso, haciendo sus tareas.
Dice la terapeuta y coach emocional, Paola Ugarte, que “los
niños que no comen con sus padres tienen un menor
desar rollo del lenguaje y menos manejo de un
comportamiento adecuado socialmente, ya que su comida
es en el dormitorio viendo televisión, en forma apurada y
generalmente en silencio”.
Al compartir en la mesa con ellos los padres modelan el
comportamiento con su conducta, lenguaje y capacidad
comunicativa. Para los adolescentes la sobremesa es la
ocasión para estar con sus padres y dialogar. Es el momento
en que los padres pueden observar a su hijo y percibir
cómo está”.