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FalmedEduca
no haber alguna disponible, se
‘medicaliza’ una ambulancia básica del Hospital de Constitución”,
para asistir profesionalmente al
paciente en algún punto en los
110 kilómetros que separan ambas comunas.
En los cientos de causas
que Falmed ha representado en
tribunales, “hemos tenido casos
de ambulancias que se han quedado en panne de bencina, que
se han quedado sin oxígeno o
ambulancias que no tienen claro los protocolos ni tampoco las
personas adecuadas para hacer
un traslado”, explica el Dr. Rojas.
Consciente de esta necesidad, el Ministerio de Salud
contempló en su Plan Nacional
de Inversiones 2014-2018 la adquisición de 1900 ambulancias.
En el año 2014 fueron adquiridas 64 (M$ 5.023.330) y para el
año 2015 se encuentran en proceso de adquisición 219 más
(M$ 13.078.286). Además, actualmente está en la Dirección
de Presupuestos la solicitud
de decreto para la compra de
142 ambulancias más y 5 lanchas-ambulancias. En 2016, en
tanto, se espera comprar al menos 433. Para tal efecto, se está
trabajando con jefaturas SAMU
y de los Servicios de Salud en
definiciones técnicas específicas para la distribución de los
vehículos, según variables demográficas, sanitarias y geográficas, informó la Subsecretaría
de Redes Asistenciales de Salud.
El punto de vista legal
La derivación es un acto
100% médico. Es una decisión
que toma el médico “con criterio
de lex artis, respecto a un paciente en concreto, en las condiciones
que hay en ese recinto de salud y
el lugar donde será derivado”, explica el abogado jefe de Falmed,
Juan Carlos Bello. Agrega que el
médico que traslada debe estar
en permanente conocimiento de
lo que va ocurriendo con el paciente durante el viaje.
Aquí es cuando la comunicación juega un rol crucial.
Los centros de referencia siempre esperan recibir información
del paciente trasladado, con el
objetivo de entregar una mejor
atención.
El jefe de urgencia del
Hospital de Talca, Dr. Patricio
Ibáñez, explica que siempre se
espera que el médico derivador
“tenga un contacto telefónico
con los médicos de turno, para
tener los antecedentes del paciente, datos personales, patologías de historial médico y la
enfermedad actual por la cual
consulta. Además, los exámenes
que localmente se hayan realizado y la sospecha diagnóstica e,
idealmente, algún grado de conducta terapéutica, de tal modo
que el médico que recibe al paciente tenga alguna información
elaborada”.
Similar situación ocurre en la ex Posta Central de
Santiago, que desde 1969 es un
centro de referencia nacional de
quemados. Su director, Dr. Mario
Henríquez, detalla la información
básica que necesitan para recibir a un paciente: “Explicación del
accidente que sufrió, en qué condiciones se quemó, fecha y hora
del accidente, condiciones fisiológicas. Si el paciente está respondiendo espontáneamente, si
está con compromiso ventilatorio
y si tuvieron que intubarlo; si va
a ser trasladado con personal de
enfermería que viene a cargo de
la reanimación del paciente, etc.
La condición fisiológica también
tiene que ver con lo hemodinámico. Un paciente que se encuentra
todavía inestable en una condición muy crítica tiene el riesgo de
morir durante el traslado”.
Pero el médico que recibe al paciente tiene un importante rol que cumplir, no
sólo desde el punto de vista
médico, sino también del legal
y comunicacional. Un detalle,
por ejemplo, son los gestos de
Dr. Patricio Ibañez
jefe de urgencia Hospital de Talca
“El médico derivador debe comunicarse con los médicos de
turno para aportar los antecedentes del paciente”.