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REPORTAJE
FalmedEduca
aportado muchísimo en el cuidado de
los pacientes y el manejo de la enfermedad. Internet es en el siglo XXI a la
medicina lo que en otras épocas han
sido la anestesia, los antibióticos o los
rayos X. Las nuevas tecnologías de la
información suponen un enorme salto”, indica la facultativa.
¿De qué se tratan estos cambios? Según la Dra. Lalanda, “la relación médico-paciente –hasta hace
poco circunscrita a las consultas, las
camas de hospital o la casa del propio paciente– cambia, evoluciona, se
abre. La medicina sale a la calle dando lugar a una nueva era, a un nuevo
paradigma”, explica.
El Dr. Roberto Verdugo, psiquiatra integrante del Centro de Estudios de Jurisprudencia y Educación
de Falmed, coincide en que estamos
viviendo cambios paradigmáticos en
la relación médico-paciente. “Si teníamos por cierto un modelo en que el
médico controla los temas, hace preguntas cerradas, espera adherencia
del paciente y determina diagnóstico y
tratamiento, ahora transitamos hacia
un paradigma en que el paciente maneja mayor información, espera mayor empatía y quiere ser partícipe de
las decisiones. Este escenario es altamente complejo porque se genera una
ambivalencia: por un lado tenemos un
paciente que quiere participar de las
decisiones, pero que entrega toda la
responsabilidad al médico en caso de
un problema. Por otro lado tenemos a
un médico que espera compartir las
responsabilidades, aunque está poco
dispuesto a ceder espacio en las decisiones. Son dos paradigmas que conviven y tenemos que aprender a navegar entre ellos”, señala el especialista.
Los avatares del Dr. Google
Al tiempo que se multipli
can las posibilidades de acceso a
Internet, crecen también las probabilidades de que los pacientes
lleguen con información previa a
la consulta, o que comparen las
indicaciones médicas a posteriori
con lo que encuentren en la red.
Los expertos coinciden en apuntar
que esta realidad trae tanto oportunidades como amenazas para la
relación médico-paciente.
En cuanto a las oportunidades, el Dr. Mario Hitsdchfeld, uno
de los autores del manual de redes
sociales de Colegio Médico de Chile,
comenta que “siempre parto de la
premisa que un paciente bien informado es un buen paciente. Entonces,
cualquier medio que permita educar
mejor al paciente y a la población en
general, es bienvenido”.
Para el Dr. Jorge Cuevas, también coautor del manual de redes
sociales de Colmed, un paciente más
informado es un paciente “en el que
uno puede delegar más la responsabilidad y el tratamiento a seguir y
que ésta sea una decisión informada.
También considero que es una oportunidad porque nos obliga a mantenernos actualizados en los temas en
medicina, la cual está en constante
cambio”, indica el facultativo.
Sin embargo, la calidad de la
información disponible, o las posibilidades que tiene un paciente sin
formación médica de ponderarla,
juegan en contra de esta oportunidad
de mayor información. La Dra. Lalanda comenta que “para el paciente
que accede a buscar sus síntomas
en Google, la cantidad de información es tanta y tan desorganizada -y
a menudo mezclando la fiable con la
peligrosa- que puede confundirle e
incluso dañarle”.
Para el Dr. Hitsdchfeld el
punto también es crítico. “Internet
posee muchos sitios que entregan
información equivocada. Esto es lo
que genera resquemor en muchos
médicos. Pero sentirse amenazado
por ello es un error, es negarse a
una realidad: el paciente busca información en internet. La conducta
recomendada es educar al paciente
sobre qué sitios son los correctos
para consultar, y las instituciones
de salud debiesen tener sitios educativos patrocinados por ellas para
facilitarle esta tarea al médico y al
paciente”, destaca el facultativo.
El Dr. Cuevas añade que “la
medicina no es una receta de cocina que se puede aplicar un mismo
tratamiento para una misma persona, cada persona es completamente
distinta a otra”, razón por la cual es
insustituible el rol del médico en el
tratamiento de la enfermedad.
El Dr. Verdugo, especialista en
temas de comunicación efectiva en
Falmed, recomienda “utilizar a su favor la información previa que trae el
paciente. No la de