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REPORTAJE
FalmedEduca
privado. Para Israel Gutiérrez, abogado
de Falmed, optar por un prestador institucional privado “incide necesariamente, en la creación de mayores expectativas en el paciente y su núcleo familiar,
f
principalmente por el hecho de estar
pagando y por el descrédito de que ha
sido objeto la salud pública. Por lo tanto,
la tolerancia a los eventos adversos es
menor, sobre todo considerando que es
precisamente en estas clínicas en donde se realizan intervenciones programadas que, como sabemos en Falmed,
tienen una mayor incidencia estadística
en la judicialización”, señala.
El abogado de la Fundación
agrega que “creo que los criterios económicos en la medicina son más identificables en este tipo de prestadores en
razón de su estructura organizativa y
los fines que persiguen”.
El médico cirujano y reciente
integrante del Centro de Estudios de
Jurisprudencia y Educación de Falmed,
Dr. Miguel Umaña, adiciona un dato relevante: “es probable que las expectativas de las personas de mayor nivel
socioeconómico sean mayores e
incluyan aspectos más amplios
del servicio de salud que están
pagando: mayores grados de
seguridad, certezas en los resultados, entornos sofisticados,
ausencias de complicaciones,
trato amable, tiempos adecuados en la atención y múltiples
opciones oportunas a la hora
de elegir a sus prestadores”.
Para la gerenta de Clínicas
Chile A.G., Ana María Albornoz,
en la actualidad los pacientes
demandan altos estándares
médicos y de servicio. Dice que
para ello hay una inversión constante en infraestructura y en tecnología. Agrega que “los pacientes
valoran en el sector privado el acceso
a una atención oportuna y de calidad.
Además, los chilenos han demostrado
que valoran la libertad de elección y el
sector privado ofrece esa libertad. Hoy,
los pacientes se sienten empoderados
para demandar altos estándares médicos y en nuestras clínicas los encuentran. Hay que tener en cuenta que las
personas acuden al médico por necesidad y deben hacerlo donde se sientan
más seguras”, apunta.
Sobre el asunto, el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic,
tiene una mirada: “Nosotros tenemos
la impresión de que cuando las personas definen qué es lo que esperan de
una atención de salud, sea en el sector
público o privado, en general hay una
crítica de falta de información, muchas
veces no se sienten tratados con la dignidad que corresponde, que hay poca
transparencia, que no hay una vinculación o trato humano que les permita
sentirse sujetos de derecho. Es evidente que hay diferencias con la apreciación de hotelería e infraestructura disponible, pero lo que esperan del trato
es bastante coincidente en el sector
público y en el privado. Ahora bien, sin
duda el usuario del sector privado, por
el hecho de estar pagando, se siente
más empoderado para exigir”, analiza
la autoridad.
El presidente de Falmed valora que los pacientes se sientan más
empoderados, ya que eso los empuja a
demandar mayor calidad. El Dr. Sergio
Rojas señala que “como médicos tenemos que velar siempre por la calidad
de la atención y en esto hemos dicho:
siempre hay que advertir al paciente de
las cosas que puedan impedir una buena atención y no hacerse cargo o echarse a la espalda los déficits que pueda
tener la medicina, porque en el sector
privado también hay déficits”.
Si bien en Santiago las clínicas del sector privado son reconocidas
en complejidad y calidad de sus prestaciones, en regiones no necesariamente
ocurre lo mismo. Según el abogado de