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VIDAMÉDICA / FalmedEduca
Juan Carlos Bello
Abogado jefe de Falmed
Se desestiman las
agresiones porque no son físicas
o porque estoy acostumbrado,
cuando eso no corresponde
haber sufrido algún tipo de agresión junto con sus equipos de
salud. El servicio donde se concentraron más agresiones fue en
Araucanía Sur (90%).
Sobre esta base, manifiesta la Dra. Muñoz, se comenzó a tra-
bajar a nivel ministerial, donde se expusieron los resultados y
se conformó una mesa intersectorial de trabajo integrada por
el Colegio Médico de Chile, la Subsecretaría de Prevención
del Delito, la Asociación Chilena de Municipalidades, la
Agrupación de Médicos de Atención Primaria de Salud y la
Confederación Nacional de Salud Municipal.
Entre las medidas impulsadas por la instancia, está la prepara-
ción de una nueva encuesta –similar a la que realizó MGZ en
2015 y reactualizada en 2017–, pero considerando observacio-
nes del Colmed y la Subsecretaria de la Prevención del Delito,
para ser derivada a todos los funcionarios de salud y entidades
relacionadas (Fonasa, Compin).
En esta mesa de trabajo, asimismo, se determinaron acciones
de corto, mediano y largo plazo para prevenir agresiones. Se
trabajará junto a la Subsecretaría de Prevención del Delito
para implementar botones de pánico, instalar cámaras de vi-
gilancia conectadas simultáneamente con Carabineros, y la
capacitación en nuevos protocolos de actuación, tanto para
funcionarios como para los equipos de seguridad de los esta-
blecimientos de salud. Además, la cartera presentó el programa
piloto que contempla el uso de botones de pánico en coordina-
ción con las policías y seguridad vecinal.
Fomento de la seguridad
El director del Servicio de Salud Coquimbo, Claudio Arriagada,
relata que “estamos monitoreando los hechos que se han ido
produciendo y estamos aplicando planes de mejora relaciona-
dos con capacitación a los guardias de seguridad y autocuidado
a los funcionarios. Evaluamos la implementación de algunos
turnos de seguridad en otros hospitales de la red que actual-
mente no los tienen”.
El delegado MGZ de Coquimbo, Dr. Nicolás López, propone
“abordar el origen de la violencia, ya sea por las dificultades inhe-
rentes al sistema de atención de salud y que son los funcionarios
los que dan la cara por un sistema que está colapsado”.
“Como médicos nos hemos tenido que enfrentar, muchas veces
cara a cara, con hechos de violencia (verbal, psicológica y física),
que tienen su génesis en distintos determinantes sociales”, com-
plementa el delegado MGZ por Concepción, Dr. Gonzalo Torres.
Además, critica que “la Ley 20.584 es un decálogo de derechos sin
real impacto en los deberes de los usuarios. Mejorar dicha ley y
fortalecerla cimentaría la base para disminuir las agresiones y
violencia en la hermosa labor de la salud pública”.
Al respecto, la médica y diputada, Dra. Marcela Hernando, sostiene
que “hasta antes de 2012 no existía un marco normativo que esta-
bleciera una relación regulada entre los funcionarios de salud y los
beneficiarios del sistema, lo que significó un gran avance. No obs-
tante, pasados varios años es posible hacer un balance. Por un lado,
los pacientes y sus familias pudieron acceder a una explicitación de
sus beneficios, pero en contraparte, los equipos de salud no notaron
una mejora palpable en su integridad física y psicológica”.