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VIDAMÉDICA / FalmedEduca
Sanitarios”, sostiene que “no hablaría tanto de perfil psicoló-
gico. El agresor puede ser cualquiera. El aspecto común suele
ser el tiempo de espera: aguardando en consulta o esperando
a ser intervenido”.
“La agresión está vinculada a la inmediatez y a la exigencia.
Nunca hemos tenido tantos derechos y tantas vías para que
sean cumplidos (reclamos, sugerencias y denuncias), pero se
recurre a la violencia porque se aprende que da buenos resul-
tados. Se ha tratado de asociar a los agresores con inmigrantes
(suponiendo que desconocen la cultura del país), o con bajos
niveles de educación. Lamentablemente, existen agresores de
todos los sectores sociales. Llama la atención que la violencia
se produce en los centros públicos y gratuitos, siendo casi des-
conocida en los privados”, dice el Dr. Gascón.
Así como las agresiones en recintos de salud han prolifera-
do, también ha aumentado el interés de los científicos por
entender este fenómeno. Un ejemplo es el estudio “Violencia
laboral en trabajadores del sector salud: revisión sistemática”
(Reev. Med. Ch., Palma, Ansoleaga, Ahumada, 2018). Precisa
que entre 2011 y 2015 en EE.UU. hay un alza de 21% de in-
vestigaciones, en Italia de un 17% y en Reino Unido de un
13%. Latinoamérica está escasamente representada con sólo
dos estudios. Entender la amplia complejidad del fenómeno
es una tarea pendiente para enfrentarlo. Y, si bien la solución
profunda pasa por enfrentar las inequidades del sistema e
incrementar su capacidad resolutiva, las soluciones prontas
también son necesarias.
De la reacción a la prevención
La secretaria de la Agrupación de Médicos Generales de Zona,
Dra. Carol Muñoz, es quien ha asumido la coordinación de las
acciones para enfrentar este lamentable fenómeno. Explica
cómo reaccionan ante una agresión: los MGZ se coordinan
con delegados capitulares de la región donde ocurrió el hecho
para levantar la información necesaria. Luego se procede con
el apoyo del Colegio Médico regional para exponer a las au-
toridades con el fin de ejecutar acciones: exigir al municipio
efectivos policiales, paralización de las atenciones médicas,
capacitación para el manejo de agresiones a personal de sa-
lud, asesoría legal para enfrentar el caso, entre otras medidas.
En marzo de 2017 en el Hospital de Loncoche, los familiares
de una paciente fallecida persiguieron a los médicos por los
pasillos del recinto y causaron diversos destrozos en bienes
de la institución. La Dra. Constanza Gallardo cuenta que se
determinó paralizar de las actividades de urgencia; se exigió
atenciones psicológicas para todo el personal y se demandó la
presencia de la policía para reanudar los servicios. “Pero esta
duró sólo algunos días por falta de carabineros”, aclara.
Un año más tarde, en Pitrufquén, un paciente amenazó con
arma de fuego al personal y a un médico demandando aten-
ción instantánea. “Habiendo aprendido de la experiencia en
Loncoche, rápidamente se coordinó con Carabineros, directi-
vos del servicio y del Colegio Médico para contar con presen-
cia policial y apoyo a los afectados, quienes fueron relevados
del turno y luego estuvieron con licencia unos días. El resto del