Falmed Falmed Educa - Año 04 - Nº9 | Page 5

REPORTAJE 5 FalmedEduca “ Son respetables los conflictos éticos del médico que considera que prescindir de la opción de transfusión de sangre pondría en peligro la vida del paciente. Agradecemos, cuando nos lo informa con franqueza, pues nos permite buscar otro médico”. Las palabras corresponden a Ilmary Tapia Silva, presidente del Comité de Enlace de los Hospitales (CEH) y Testigo de Jehová, quien actualmente lidera en el sector sur de la capital, a estos organismos dedicados a la difusión científica sobre técnicas que permitan tratar a pacientes de este credo religioso sin ser transfundidos. A su juicio, esta valoración a las convicciones religiosas de los Testigos de Jehová permitió que el Hospital Clínico de la Universidad de Chile creara el Programa de Medicina y Cirugía sin Transfusión Sanguínea. El propulsor de esta iniciativa y académico Dr. Gonzalo Cardemil, señala que “gran parte de lo que se conoce de la fisiología de la anemia es razón de personas que no aceptaban la transfusión de sangre”. Para el Dr. Cardemil este respeto a la autonomía del paciente ha permitido un progreso científico-médico evidente. ENTENDIENDO LA AUTONOMÍA DEL PACIENTE “Darse a sí mismo o regirse por normas propias”. Así fue definido este concepto en la antigua Grecia. El filósofo Immanuel Kant propuso que el individuo se moldeaba a sí mismo ante las circunstancias para enfrentar su devenir. Acercándonos a nuestra legislación y a los términos legales entendidos en la actualidad, la autonomía de las personas emana de los derechos esenciales considerados parte de las normas supraconstitucionales. Es decir, nuestra Constitución