REPORTAJE
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FalmedEduca
e investigadores, los académicos han
reparado que la escasa enseñanza
de comunicación en las escuelas de
medicina tiende a limitarse a ciertas
habilidades básicas para la entrevista clínica, descuidando la formación
para la entrega de malas noticias,
pese a ser una práctica frecuente cuyos efectos tienen consecuencias en
la relación entre el equipo de salud y
los pacientes y familiares.
Evitar esta responsabilidad o delegarla en terceros es propio del ser
humano, por temor a contagiarse
con las emociones del otro. En el
caso del médico, se suma el hecho
de haber recibido una formación
profesional cuya misión principal
era la de sanar enfermos y no la
de dañarlos. Entonces, el profesional de la salud teme que entregar
un diagnóstico difícil como lo es
un desenlace fatal pueda provocar
sólo dolor.
Conspiración del silencio
Presión adicional provocan aquellas
familias que piden al médico que
oculte el diagnóstico y/o pronóstico
de la enfermedad. Esto se da con
mayor frecuencia con los pacientes
terminales, por temor a los