Falmed Falmed Educa - Año 04 - Nº9 | Page 15

REPORTAJE 15 FalmedEduca PILOTOS Falmed Educa entrevistó al jefe de la Escuela de Vuelo del Club Aéreo Valparaíso y Viña del Mar, Edwin Alegría Farías, quien posee una vasta experiencia a lo largo de sus 33 años en el aire y las 2.050 horas de vuelo que tiene. Ha sido también instructor de vuelo en el Club Aeronaval y actualmente es director de la Federación Aérea de Chile, quien coincide plenamente que la Conciencia Situacional parte por una buena planificación del vuelo que se vaya a emprender. Al igual que los médicos, hacer un checklist de las cosas que se deben ejecutar según un protocolo escrito y minuciosamente detallado, disminuye los niveles de riesgo de sufrir eventos adversos. “Tener una disciplina que a uno le permita seguir una línea de procedimientos que eviten cometer errores. Sin embargo, si por alguna razón uno tiene un olvido, ha repetido esta conducta de revisión tantas veces, que uno logra darse cuenta oportunamente del error. Es una disciplina que uno tiene que ejercitar”, recalca el piloto civil. “Arriba volamos a 100 o 120 nudos –que equivalen a unos 200 km por hora– y hay que pensar y tomar decisiones a esa velocidad. Para tener una Conciencia Situacional hay que estar despejado, claro, descansado, limpio, preparado para el vuelo que uno va a desarrollar y además ser disciplinado en un montón de protocolos que exige la operación del avión –manifiesta Alegría–, de tal manera que cuando uno comete un error, oportunamente lo detecte”. “Los pilotos tenemos un montón de restricciones para volar: estar descansado; no haber ingerido bebidas alcohólicas por una cierta cantidad de horas; no estar enfermo; o cualquier cosa que a uno le inhiba la capacidad de estar atento o seguir un protocolo preestablecido”. Alegría añade que hay un refrán muy popular entre los pilotos: “Es preferible estar en tierra con ganas de estar volando, que estar volando, con ganas de estar en tierra”. Hernán Santibáñez, piloto acrobático del mismo club aéreo, coincide que en este deporte, a diferencia de otros, “si uno está estresado no puede volar. Mientras más cansado tengas el cuerpo y la mente, las reacciones acertadas son menores y las tomas de decisiones se hacen más lentas, lo que constituye un peligro, no sólo para el piloto y el resto de la tripulación, sino también para el entorno donde eventualmente uno pueda tener un accidente”. Cristián Otárola es piloto civil hace 17 años y paracaidista hace 15, y reconoce que el tiempo de reacción en el paracaidismo es muchísimo menor que dentro de un avión, “donde uno al menos tiene la posibilidad de planear o sobrevolar un sitio varias veces hasta encontrar una solución para un fallo. En un paracaídas uno va en caída libre a unos 200 km/h y cualquier error debe subsanarse en segundos. Por eso, los niveles de seguridad como doblar el paracaídas; los instrumentos como el altímetro; la velocidad y dirección del viento, son vitales para tener claridad sobre la Conciencia Situacional”. RECOMENDACIONES El Dr. Sergio Rojas afirma que sin duda los protocolos o pautas de cotejo de una acción, son elementos fundamentales para evitar o minimizar los riesgos en la atención de un paciente, “justamente para no distraer tiempo en reaccionar, al estar seguros de un proceso que se revisó anteriormente, se ha cumplido en todas sus etapas, ganamos tiempo imprescindible, al igual que una ruta de vuelo”. Es fundamental cumplir con los estándares de calidad para ese paciente, para ese protocolo y para ese establecimiento específico, lo que se llama Lex Artis. El acto médico conlleva protocolos que traspasan la actividad del médico, “hay que ser rigurosos en cumplir lo rituales de la medicina que nos enseñaron nuestros profesores, el ritual de la anamnesis; el ritual del examen físico; el ritual de la evaluación con exámenes; llegar a la unidad diagnóstica; ser consecuente con el tratamiento; el seguimiento del paciente; el alta; no desprenderse del paciente y eso hay que volver a rescatarlo y reencantar a los facultativos con que el acto médico está inserto en un proceso más general y no en mi mera intervención puntual”, finaliza el Dr. Rojas.