Falmed Falmed Educa - Año 04 - Nº9 | Page 14

14 REPORTAJE FalmedEduca puestas a veces se vuelvan equívocas. Para el Dr. Sergio Rojas, presidente de Falmed, “el médico nunca debe dejar de actuar como el líder del equipo de salud y, como tal, debe también asumir sus responsabilidades de supervisión y vigilancia durante todo el proceso de atención de un paciente”. “Esto implica no sólo actuar desde el punto de vista del acto médico, sino además de todo lo que involucra, por ejemplo, la solicitud de un examen que implica usar a cinco personas, cinco personas que podrían –eventualmente– equivocarse. Si se equivocan ellos, finalmente el producto del proceso de la atención puede fallar. Es muy importante que el médico tenga conciencia del factor humano que involucra el ejercicio de nuestra profesión, que está siempre presente y a veces falla. Es una variable que no podemos dejar de lado”, advierte el Dr. Rojas. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN En la Fundación Ciencia & Vida, el biólogo y doctor en Biotecnología, Tomás Pérez-Acle, desarrolla un modelo matemático capaz de predecir el comportamiento humano ante grandes catástrofes, como enfermedades infecciosas a escala la producida por el virus del Ébola. El también director del Laboratorio de Biología Computacional (DLab) y profesor del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso, sostiene que el principal objetivo del laboratorio es pro- ducir modelos computacionales a multiescala para obtener ideas sobre la estructura fundamental y dinámica subyacente fenómenos biológicos complejos. El proyecto, financiado por la Oficina de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, tiene una duración de 24 meses y se aboca a hacer simulaciones de personas llamados “actores”, que tienen distinto nivel intelectual, relacionado con un cierto nivel socioeconómico, que viven en distintas ciudades y que participan de su vida diaria, es decir, salen de sus casas; se mueven a sus trabajos; llevan a sus niños al colegio; etc. “Estas personas, tal como ocurre en la vida real, están expuestas a rumores que circulan en redes sociales o en el “boca a boca”. Una vez definidas a estas personas –llamadas agentes– que son autónomas en la simulación, y agregamos un escenario de situación catastrófica”, explica el investigador Pérez-Acle. A la denominada situación de control, que es la de normalidad, se suma esta situación de caos “metiendo” la enfermedad aumentando con ello, la tasa de muerte de los agentes propio del contagio. “Para combatir la dispersión de la enfermedad y de esta situación que se ha salido de control, se incorpora el control de la conciencia situacional, para lo que introducimos rumores, a través de distintos canales –ilustra el doctor PérezAcle–, como redes sociales; TV; radio; diarios; enviando mensaje de información positiva: ‘quédese en la casa’; ‘hay cuarentena’; ‘lá- vese las manos’. Asimismo, en la misma simulación incorporamos mensajes con información negativa como ‘la enfermed