Cercanía y calidad
Privacidad y confidencialidad , preceptos éticos inherentes al ejercicio de nuestra profesión , se ven cada vez más amenazados por la difusión pública de elementos que constituyen el acto médico , en especial , la relación del facultativo con sus pacientes . Denuncias y reclamos derivados de una atención de salud aparecen cotidianamente en redes sociales y medios de comunicación . Incluso , se llega a escenarios en los que el médico es sometido a una especie de juicio sin garantías , en ausencia del acusado y de sus representantes , sin presunción de inocencia , y en el que cualquiera con tiempo libre y acceso a una conexión a internet se puede transformar en implacable fiscal o improvisado testigo .
La tecnología vigente y disponible ha motivado a muchos parientes y pacientes a buscar pruebas , a convertirse en verdaderos investigadores de las falencias y jueces de lo que no les gusta . Basta usar la cámara de un teléfono móvil , dejar un mensaje en Twitter , escribir un párrafo en Facebook o enviar un mensaje de WhatsApp a medios de comunicación y cualquier discrepancia se puede convertir en una denuncia e incluso en una noticia .
Diarios , canales , radios y portales informativos siempre están atentos a los conflictos , se nutren de datos obtenidos virtualmente y , suelen centrarse en el sensacionalismo de la denuncia y poco acuden a la otra parte de la historia para equilibrar la información .
También nos expone el no contar con las condiciones adecuadas para trabajar , lo que facilita que ocurran estas contrariedades . Por ejemplo , sabemos que hospitales y clínicas contemplan en sus diseños una sala de entrevistas para informar el estado de un paciente . Sin embargo , a menudo vemos que estas salas se les dan usos distintos de su objetivo original , incluso como bodega .
Con pacientes que son menos pasivos y más críticos , más enérgicos a la hora de exigir su legítimo derecho a obtener una buena atención ; nuestra obligación es estar mejor preparados para minimizar los riesgos de ser sometidos a un juicio , y eso es velar permanentemente por la calidad en la atención .
En esta edición de Falmed Educa , abordamos los peligros de esta mayor exposición , pero también – como es nuestra impronta- las herramientas y habilidades que nos otorgarán de una mayor capacidad de profilaxis jurídica .
Naturalmente , hay destrezas y aptitudes que no pierden su efectividad . Es fundamental cultivar un vínculo cercano con quien busca tratamiento . En clínica , no debemos dejar de lado el examen físico , ni obviar la importancia de conversar . Escuchar más e interrumpir menos . Indagar cuánta información desea recibir el paciente , pues también es su derecho , si lo prefiere , no saberlo todo . En suma , hacerlo protagonista . Buscar , siempre , maximizar la cercanía con el paciente .
Primordial asimismo , es velar por la calidad , la cual es resultado de un proceso en el que se debe involucrar a todo el equipo de salud . En este número revisamos también las instancias de acreditación , e invitamos a los médicos a participar e involucrarse en ellos . Nuestra experiencia y la de nuestros entrevistados en este número nos indica que tanto más relevante que la formalidad de obtener la acreditación es precisamente involucrar a los trabajadores en este proceso . Esto asegura que todo el equipo de salud conozca los protocolos y los estándares que aseguran la calidad de la atención .
Cercanía , empatía , empeño por la calidad , no perder de vista el valor de la comunicación y , sobre todo , el respeto ; mantendrán siempre su positivo aporte a la prevención de adversidades , por mucho que cambien los tiempos , las características de la sociedad , los modelos de atención y las tecnologías . A honrar el compromiso .
Dr . Sergio Rojas C .
Presidente de Falmed