18 REPORTAJE
FalmedEduca
Dr. Rodrigo Castillo
Director médico de Clínica Indisa
“Cuando sufren las
consecuencias de un acto
sin calidad, los médicos
son los primeros en darse
cuenta de la importancia
de esto y se suben al
carro de los buenos”
Dr. Reynaldo Gheza Pontarelli
Experto en Gestión de Calidad
“Podríamos tener el doble
de médicos ejerciendo,
pero si éstos no saben
solucionar los problemas,
las listas de espera van a
seguir aumentando”
el Reino Unido, el Professional and Linguistic
Assessments Board (PLAB); mientras que
en Canadá, el Medical Council of Canada
Evaluating Examination (MCCEE). En ellas, los
médicos chilenos obtienen buenos resultados, no así los facultativos cubanos.
“Son exámenes parecidos en su intención, pero se fabrican distinto. Además,
son muestras y no se puede juzgar por esas
muestras. Pero cuando cada año ocurre lo
mismo (en Chile), ocurre en el MIR español,
y lo mismo en Estados Unidos, y ves que son
consistentes, empiezas a creer que hay diferencias de formación importantes, no demostrables, pero que van alineándose en una
dirección”, apunta el Dr. Mena.
El director del test rechaza las acusaciones de discriminación, aclarando que en
un mundo globalizado, las migraciones profesionales van en aumento. “Eso requiere que
los países busquen y pongan los estándares de calidad que requieren para mantener
ciertas condiciones. Y eso es el EUNACOM”,
concluye.
Durante la última Asamblea
Nacional, realizada en Arica en abril de este
año, el Colegio Médico discutió la materia.
En su acuerdo, ratificó la necesidad de contar con “un examen habilitante posterior al
título de médico obtenido en Chile o en el
extranjero”, el cual no sólo debiera ser exigido en el sistema público sino también en el
privado. También consideró la idea de externalizar el examen de la ASOFAMECH, donde
hoy radica, siempre y cuando no quede en
manos del Minsal. Además, llamó a revisar
los contenidos, buscando la congruencia con
la APS. Finalmente aprobó que los especialistas titulados en el extranjero sean evaluados por CONACEM, pudiendo ser liberados del
EUNACOM si aprueban.
El Dr. Mena aclara que el diseño de
la estructura del examen permite una revisión de los contenidos, porque de hecho se
ha realizado, y ya es tiempo de restudiarlo.
Sin embargo, no está de acuerdo con que el
EUNACOM no sea exigible para los especialistas si antes no existe una ley de especialidades que regule la materia. “Primero hay que
asegurarse que los especialistas que lleguen
sólo puedan trabajar en la especialidad certificada y no el ejercicio libre de la profesión”,
observa.
Acreditar la calidad
En julio próximo se cumple el plazo
para que los 130 prestadores de alta complejidad del país estuvieran acreditados ante la
Superintendencia de Salud con la garantía de
calidad, la única pendiente del Auge-GES, tras
la vigencia de la oportunidad, acceso y protección financiera.
Siendo un requisito obligatorio para
otorgar prestaciones Auge, la lentitud en el
proceso motivó en dos ocasiones su prórroga.
Ahora, la situación ha mejorado: 42 hospitales
(70 %) ya están acreditados, al igual que 33
clínicas (58 %) y tres recintos de las fuerzas
armadas (25 %). Sin embargo y para evitar
que pacientes se queden sin atención, se flexibilizó, permitiendo que los centros sin la
certificación continúen otorgando prestaciones Auge-GES, siempre que hayan solicitado
someterse al proceso. También se admitirá
a los recintos que hayan hecho el trámite de
acreditación en los seis meses anteriores, y
aquéllos que hayan resultado rechazados.
Los problemas detectados en el
Decreto Auge de este año pusieron una duda
en la materia, pues a la fecha de elaboración
de este reportaje aún no se informaba de la
solución.
El Dr. Reynaldo Gheza Pontarelli,
médico cirujano, es experto en Gestión de
Calidad. Conocedor en profundidad del sistema de acreditación, relata a Falmed Educa
cómo este proceso se fue instalando en el
país, a través de un marco legal y la creación
de una institucionalidad que velara por la gestión de calidad. Esto tomó tiempo.
“Hace 10 años, cuando se inició esto,
en Chile no había más de 300 personas con
una formación adecuada. Crear cada institución y formar a los evaluadores, las primeras empresas de acreditación, costó mucho.
También que la gente se quisiera formar. El
2010 y el 2012 (la obligatoriedad de la acreditación) era irreal, porque no había gente
preparada. Pero esto debió estar el 2014.
Postergarlo de nuevo me preocupa, porque
es un castigo para quienes se preocuparon de
sacarlo antes”, opina el experto.
Al interior de los recintos no se conocía la importancia de contar con sistemas
de aseguramiento de la calidad. “Hubo que
convencer a los equipos de subirse al carro. Y
si hubo un gremio al que costó sumar ése fue