Falmed Falmed Educa - Año 04 - Nº8 | Page 13

ormar conocer de su enfermedad, son e comunicar un diagnóstico gar este tipo de informaciones REPORTAJE 13 FalmedEduca R evelar a un paciente el resultado negativo de un examen o, lo que es peor, un mal pronóstico de enfermedad es una de las disyuntivas más complejas que deben enfrentar a diario los médicos. Para comprender este proceso, hace cuatro años los directivos del Hospital General de México encargaron un estudio para establecer la forma en que los médicos transmitían esta información y si manejaban herramientas de comunicación efectiva. A través de un cuestionario, respondido por 227 especialistas, determinaron que si bien el 97,8% de los facultativos se veía enfrentado a comunicar malas noticias; un 32,6% de los profesionales con 10 o menos años de especialidad debían hacerlo de forma muy frecuente. En el caso de los médicos con más de 10 años de especialidad, un 26% de ellos enfrentaban este escenario muy frecuentemente, según el análisis recogido por la Revista Médica del Hospital General de México, de 2012. La investigación concluyó que menos de la cuarta parte de los médicos tuvo una preparación académica para comunicar noticias adversas y -lo más llamativo- la mayoría de los consultados dijo no estar preparado para enfrentar este proceso. Cambio de paradigma en las escuelas de medicina La realidad que enfrentan los médicos mexicanos no dista demasiado del escenario que viven los facultativos chilenos. Un estudio cualitativo realizado a 33 médicos de dos hospitales de la zona oriente de Santiago, estableció que la comunicación de malas noticias es una práctica frecuente para la cual no se ha recibido formación. El análisis, realizado por el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Chile, también concluyó que los médicos consultados no disponen de un procedimiento acordado para comunicar malas noticias y cada profesional desarrolla sus estrategias a partir de la experiencia y observación. El Dr. Roberto Verdugo, médico psiquiatra de adultos y consultor del Centro de Estudios, Jurisprudencia y Educación de Falmed, CEJEF, comenta que “los pacientes esperan de nosotros sinceridad, cercanía y tacto al entregar malas noticias. Gran parte de sus quejas refleja que estas expectativas tácitas no han sido satisfechas más que la difícil aceptación de la mala noticia en sí”. Esta interacción amable médico-paciente no sólo favorecerá una mejor recepción de un diagnóstico como una enfermedad terminal. También incidirá en la presentación o no de reclamos por eventos adversos. “En estos casos es muy frecuente encontrar que los pacientes y sus familiares se sintieron abandonados, devaluados o no comprendidos por el médico. Incluso algunos demandantes dicen que habrían desistido de demandar si hubieran recibido una explicación adecuada”, ilustra el Dr. Verdugo. Entender el proceso comunicativo como altamente relevante en la práctica clínica, comenzó a fortalecerse en las distintas escuelas de medicina. Así lo cree la Dra. Ana María Moraga, epidemióloga y docente de la asignatura de bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, quien indica que en décadas pasadas “este tema no se enseñaba, simplemente nos ponían en una situación, en cuarto o quinto año, y cada uno sacaba sus propios elementos”. Fue la misma necesidad la que llevó a la casa de estudios penquista a preocuparse de entregar nuevas herramientas a los estudiantes. “Tratamos que los alumnos se empapen de cuáles son los atributos que tiene que tener un buen médico, y el atributo que todos los años aparece como el más importante es la empatía. En el momento en que uno tiene que comunicar una noticia, sea buena o mala, tenemos que ponernos en el lugar del otro”, dice la Dra. Moraga.