Falmed Edición Especial 02: Emoción y Razón | Page 13

EMPATÍA 13 FalmedEduca E l médico, tal como dijo Hipócrates, no es más que «el servidor de un di- fícil arte». En efecto, tiene que desarrollar un gran equilibrio en su personalidad que le permita moderar sus «fantasías narcisis- tas de omnisciencia y omnipo- tencia» en consonancia con sus posibilidades reales. Por qué se elige esta pro- fesión, sino por otra razón que poner al servicio de la gente los conocimientos que se adquieren, es quizás el lema de cualquier estudiante de primer año de me- dicina. Sin embargo, según un es- tudio de seguimiento de empatía autopercibida que se realizó en EE.UU. a estudiantes de medicina en la Universidad de California en el año 2003, evaluada anualmen- te desde que entran a la carrera, demostró en forma significativa, que al tercer año, cuando los es- tudiantes entran en contacto con los pacientes, la empatía cognitiva disminuía drásticamente. Es decir, los estudiantes dejaban de comprender -inclu- so- la emoción del paciente. “Una de las explicaciones que da el mismo estudio es que esta dis- minución de la autopercepción de empatía puede ser una forma de enfrentamiento a las demandas emocionales que tiene el eva- luar, diagnosticar e interactuar con personas que sufren. Es una forma de tomar distancia de las emociones del otro, y así no me duelen”, señala el médico psi- quiatra Dr. Roberto Verdugo e in- tegrante del Centro de Estudios, Jurisprudencia y Educación de Falmed (CEJEF), cuyo objetivo es construir, brindar y promover conocimiento relevante para la práctica médica general. ¿Cuáles son los signos? El Dr. Verdugo comenta que “es muy importante que relevemos esto a un tema. Uno de los grandes pro- blemas es que no es un tema, no es algo deseable tener una buena comunicación o que se promueva en las mallas curriculares de me- dicina. Quizás se le da importancia a un nivel teórico, poco práctico y poco integrado con todo lo que se requiere, para que esto esté real- mente integrado los tutores ten- drían que tenerlo ellos mismos integrados, por lo tanto, es todo un proceso transgeneracional que tiene que haber y nosotros esta- mos tratando de que esto parta”. Algunas universidades han ido incorporando a sus conte- nidos el desarrollo de habilidades blandas, pero dista aún de ser una centralidad. En nuestro país el Colegio Médico a través de la Fundación de Asistencia Legal tiene dife- rentes iniciativas para fomentar una mejor comunicación y una de ellas es replicar algunas de las experiencias que se han he- cho en algunas partes del mundo. Por ejemplo, en Irlanda, se hizo un test de empatía a los médicos evaluados desde el punto de vista de los pacientes, encuesta que lle- va 13 años desde que se publicó encuesta CARE (Consultation And Relational Empathy) donde se mide la empatía conductual de los médicos, es decir, cómo los médi- cos se comportan efectivamente con los pacientes, desde el punto de vista de los pacientes. Ellos hicieron una segunda publicación en que determinaron que necesitaban la información de 50 pacientes para evaluar a un médico y mostraron que los mé- dicos que eran menos empáticos tenían una mayor variabilidad en su empatía. Es decir, que no es que haya médicos más empáticos y menos empáticos, sino que los más empáticos eran más varia- bles, muy empático con unos pa- cientes y muy poco con otros. Muy queridos por algunos pacientes, sin embargo, otros pacientes no tienen la misma evaluación. “Es muy interesante porque los mé- dicos creemos que porque somos muy queridos por un grupo de pacientes lo hacemos excelente, pero puede ser que otros pacien- tes no tienen la misma evalua- ción. Entonces, tendemos a creer que somos empático con todos y eso puede ser un error”, puntua- liza el Dr. Verdugo comentando el estudio. En cambio, observaron que los médicos que tienen mejor desarrollo empático, tienen mejor desarrollo empático con mayor número de personas y una menor varianza. Por ello, es que se nece- sitan tantos pacientes para hacer una encuesta que refleje verda- deramente los niveles de empatía del médico. El Departamento de Medicina de Ciencias de la Conducta de la Universidad de